sábado, 22 de abril de 2023

El libro De Cara Al Viento ya está en Amazon


Pues voy a hablar de mi libro.


De Cara Al Viento II Parte ya está en Amazon.



El esfuerzo que tengo que hacer incluso para reelerlo es mucho más serio de lo que me imaginaba, pero el trabajo aquí está.


Mi esposa, que  habría cumplido 66 años, escribió en 2016 una primera parte "De Cara AL Viento" que  también está en Amazon

Ella quiso en esa ocasión contar su experiencia con el cáncer cerebral que le habían diagnosticado en diciembre de 2014 , hasta el momento en el que los tratamientos estaban intentando combatir la enfermedad. Siempre quiso que escribir una segunda parte, en la cual pudiese contar como habría superado con éxito el cáncer

No fue posible.

Esa segunda parte es la que yo he tenido que escribir, y no ha sido nada sencillo. La dificultad emocional de hacerlo es mucho mayor de la que yo nunca me imaginé como consecuencia de su asesinato  Pero se ha hecho


La causa primordial de este libro ha sido, referente a su final en agosto 2019,  mi convencimiento absoluto de que,  murió sin tener el tumor activo en ese momento, lo que me permite cuestionar completamente que el cáncer fuese la causa de su muerte, y lo digo, no porque yo quiera creerlo sino por la información médica de la que dispongo. Trasladada a Colombia  a la fuerza, donde entró sin documentación legal válida, el tratamiento médico recibido fue nulo, su traslado a ese país se hizo con el criterio en contra de su oncóloga y mío, y sin haber verbalizado su acuerdo a ese desplazamiento, como sabía perfectamente su familia malvada. Sufrió un ACV que no recibió tratamiento médico gracias a unos médicos colombianos (sic) cuyo único diagnóstico fue "resfriado común" -documentado-


No he podido evitar explicar algo que es de un completo sentido común. Es absolutamente imposible derrotar al cáncer cuando se tiene la hostilidad más o menos evidente de la propia familia como le sucedió a ella. 


Mi esposa  fue secuestrada, literalmente del hospial Clínic, el 13 de agosto de 2019 donde estaba perfectamente atendida, para ser llevada a Colombia, donde a mi entender, fue maltratada hasta la muerte por sus hijos, los delincuentes comunes Maria Carolina Durán Peña, ex secretaria de desarrollo distrital en el Ayuntamiento de Bogotá, y su hermano Juan Pablo Durán Peña, estafador, ladrón y proxeneta (calificativos que justifico documentalmente en el libro). Ambos deseaban por diferentes motivos causarle la muerte.... Y lo hicieron. Y jamás tendrán ni mi olvido ni mi perdón.

Su historia pues no sólo es la historia, especialmente dolorosa  de alguien que estuvo combatiendo el cáncer, sino combatiendo el desprecio absoluto que sentían por ella tanto sus hijos como sus hermanos y hermanas ante los que ella nunca dejó de mendigar, inútilmente su afecto


Después de su muerte, salvo breves comentarios en redes sociales para simular que lamentaban su fallecimiento, tanto hijos como hermanos la expulsaron de sus vidas, como si nunca hubiese existido


Cicerón escribió, "la vida de los muertos pervive en el recuerdo de los vivos".. Por eso escribí este libro. Para  que la respuesta de su familia, fundamentada en el desprecio absoluto no tuviese la última palabra.


El 29 de agosto de 2019, como me indicó abiertamente una de las hermanas de Susana, la familia, por el odio que me tenían, habían dispuesto en la casa donde estaba agonizando "guardias armados" con órdenes de pararme como fuese (sic), que además me indicó con brutal franqueza en una conversación que tengo grabada, me habían puesto varias denuncias falsas en mi contra porque la familia quería "que pasase el resto de mis días en una prisión colombiana". Por ello no pude estar a su lado en esos momentos. Por ello los maldije y los maldeciré hasta el fin de mis días.


 Y les deseo lo peor que la vida les pueda traer


Hoy, que mi esposa Susana  habría cumplido 66  años, su hermana menor, Clara Inés, cumple 65 años. En el primer semestre de 1995 ocultó de Susana en su casa a mi hijastra Maria Carolina Durán durante meses, ocultándoselo a su propia madre, que prácticamente enloqueció de dolor. Susana supo la maldad de su hermana, y la perdonó -aunque ésta nunca se disculpó por ello- . Yo no la perdono en absoluto. Hoy su marido sufre una rara enfermedad cerebral que lo ha convertido en un despojo humano. Y aunque no lo celebro, me es imposible lamentarlo, Creo que el mal que causó esa familia como cuento en el libro , la vida se lo ha devuelto con intereses.


Los hechos que cuento en el libro están denunciados ante la justicia colombiana -que es como denunciarlos ante la justicia del país de las hadas- en agosto 20. En noviembre 20, la familia, en una villanía tan retorcida como cruel , respondió denunciándome a mi por estar "asediando" a mi esposa, quince meses después de muerta y pidiendo protección policial para ella. Eso causó de mi parte otra denuncia, esta vez por calumnias, falsa denuncia y fraude procesal, que no ha llevado a nada.


Legalmente mi esposa sigue viva ante la legalidad española. Sus hijos se negaron a comunicar su muerte -un ilícito claro- y siguieron cobrando su pensión durante un número indeterminado de meses, en un fraude abominable que muestra su catadura moral. Irónicamente por tanto, pese a que el juzgado 48 de Barcelona me ha reconocido su defunción, sin el pertinente certificado , ella sigue viva y por tanto yo estoy ahora mismo simultáneamente en un estado civil surrealista casado (con una muerta -no muerta-) y viudo. 


El libro ha quedado perfecto? Por supuesto que no. Ahi está por ejemplo el detalle de que ese "cara" al Viento esté en minúscula. No es lo importante. 


No voy ni quiero hacer negocio con él, pese a que ya ha facturado más dinero que la primera parte. Es un libro hecho desde las entrañas sobre gente sin entrañas.


Sea como sea, aunque su familia trató de barrer su recuerdo  como si nunca hubiese existido, gracias a  este libro , la mayor parte de cuyos ficheros están en esta web 


https://jordiros11.wixsite.com/website


y en este blog 


https://susanapena1.blogspot.com/


su recuerdo no desaparecerá e incluso  (nos) sobrevivirá, espero que para la desesperación, rabia y cólera de su familia, que no descarto en absoluto que responda enviándome sicarios para eliminarme. Son capaces de eso y más.  De hecho ya lo intentaron en mayo de 2022 pero fallaron aunque no dudo que lo vuelvan a intentar


 Aún así ya no podrán silenciarme.


Y no. El mal no va a tener la última palabra