sábado, 14 de diciembre de 2019

Como entró Susana en Colombia?


Uno de los misterios de lo sucedido en el viaje a Colombia de Susana es preguntarse como hizo su familia para introducirla en el país de forma irregular  el 14 de agosto.

Ella supuestamente aterrizó en el aeropuerto de Bogotá el 14 de agosto a las 8,00 pm. En este momento debería haber presentado como se solicita a todos los nacidos en Colombia, tengan la nacionalidad que tengan, su pasaporte colombiano

Éste lo tengo yo, y el consulado me confirmó que ni Susana ni nadie en su nombre pidió duplicado alguno del mismo. Varias personas me han confirmado que los servicios aduaneros de Colombia son "serios",es decir no son sobornables (?) ni aceptan cometer irregularidades ni delitos. .


Si entró sólo con su pasaporte español, es evidente que se cometió una irregularidad flagrante en la aduana ya al intentar entrar en el país sólo con su pasaporte español.

En ese caso ¿como fue introducida en el país?

Significa esto que la capacidad de influencia, de manipulación  a las autoridades por parte de Maria Carolina Durán Peña, la flamante (e incompetente) secretaria de desarrollo distrital) es superior a la que me imaginaba? Está por encima de la ley en Colombia?

A día de hoy, el servicio consular de la embajada española en Colombia, no ha sabido aclarar de forma racional  una cuestión como ésta:.

¿Como es posible que una ciudadana con DNI español, sea introducida de forma poco clara en Colombia por su familia , supuestamente fallezca el 29 de agosto y no esté claro ni como entró legalmente en el país ni las circunstancias legales de su fallecimiento, ya que no consta éste ni en el lado español ni constó en el colombiano hasta principios de octubre, cuando el organismo pertinente, la Registraduría Nacional confirmó que había aparecido finalmente  certificado colombiano?

Un certificado que debía ser registrado por la familia y no, como así fue por un empleado de Maria Carolina, llamado Michael Antonio Chávez Durán que puedo asegurar que no es familia de Susana en ningún aspecto, previa presentación del original de la cédula, que como digo yo  conservo

Por si no fuese bastante fraude, insisto en añadir que Susana   entró ilegalmente el país sin su cédula de ciudadanía y sin pasaporte colombiano,  ambos en mi poder y que yo conservo, y  la familia no ha podido, porque NO HA QUERIDO legitimar ni siquiera su fallecimiento legalmente. A efectos de la legalidad españóla, Susana sigue viva  tal y como puede confirmar la legación española en Bogotá, donde no les consta que la familia hiciese constar a día de hoy (marzo 2020) su muerte.



Eso explicaría que la familia estuviera percibiendo ilegalmente su pensión española a través de un cajero del BBVA en Colombia, como mínimo hasta noviembre 18,  Como mínimo esto supone un ingreso ilegal de entre dos o cuatro salarios mínimos colombianos para quien cobró ese dinero, y lo hizo hasta que tras una denuncia en comisaría bloquée la cuenta por uso fraudulento por parte de sus hijos


¿Tiene eso que ver con el hecho de que así no pueden tener que afrontar sus hijos la responsabilidad legal de las deudas que dejó Susana en vida, y que ascienden a casi 20.000 euros? (todas ellas contraídas antes de conocerme)

Si este es el respeto a la ley de la flamante secretaria distrital María Carolina Duran, pobres ciudadanos de Bogotá!







martes, 10 de diciembre de 2019

Mayo 19 Viaje suicida a Colombia


Durante mayo de 2019, no logré acabar con la dependencia enfermiza que sentía Susana por su familia haciéndole entender que ese absurdo viaje a Colombia para la boda de su sobrina era una completa aberración.

Ella ya se había gastado cerca de 500 euros en toda clase de cosas para ese viaje, incluido un absurdo vestido de cóctel (?) de color rosa que finalmente ni siquiera se llevó; cerca de 250 euros en un regalo de la tienda de la calle Escudillers, consistente en un elefante hecho a base de "trencadís" gaudiniano para poner las llaves, cerca de 100 euros en un tocado para el pelo (¿?¿?) , y que yo sepa además unos 200 euros en un abrigo de color negro, posiblemente el más absurdo de todos, teniendo en cuenta que la ceremonia era en Santa Marta, una de las localidades más cálidas de Colombia. Y ésto que yo supiera, aparte de diversos detalles puntuales para varios miembros de su familia, y como realizaba siempre que viajaba, para el personal de servicio de sus hijos, a los que se creía obligada a "agradecer" con dinero y regalos trabajar para ellos - (Esto es particularmente sangrante, para que quede claro, lo que digo, Susana aceptaba dócilmente que durante la mayor parte de su enfermedad sus hijos NO la ayudasen porque económicamente NO podían permitírselo, pero ambos SÏ se podían permitir servicio domestico cuyos ingresos tenían que ser complementados por Susana cada vez que viajaba a Colombia. Así de absurda, surrealista y disparatada era esa situación, aceptada desvergonzadamente por sus hijos)

Aquí para mi horror habría que añadir que "alguien" le había empezado a meter en la cabeza la idea de trasladarse a vivir a Colombia indefinidamente, o cuanto menos seis meses al año. Semejante estupidez significaba en la práctica renunciar definitivamente a los tratamientos (exactamente lo que su hija -hablando en nombre de ambos hermanos- le pidió que hiciera en diciembre), y por tanto acelerar al máximo la para sus familiares deseada muerte.  Yo, lógicamente ni siquiera se me pasó por la cabeza acompañarla. El gasto era para mí prohibitivo -su familia ya contaba con ello- pero además yo seguía sintiendo un claro pero indeterminado a la vez sentimiento de desconfianza hacia esa familia que me hacía temer abiertamente que si yo ponía los pies en Colombia, muy probablemente sería asesinado sin contemplaciones. Eso se convirtió en una amenaza literal y tan explícita y clara como suena en agosto, cuando la hermana (chiflada) Luz Angela tuvo el detalle de reconocerme el odio que la familia sentía por mi (sorpresa para mi, ninguna) y que (la familia, -"la famiglia") había dispuesto diversos "guardias armados" con órdenes de enfrentarse a mi (presumiblemente a tiros) en la calle de Bogotá si yo me acercaba al que acabó siendo el lecho patibulario de Susana en casa de su mala hija).

Sé que hice bien al no poner los pies en ese país, por el que probablemente jamás tendré el menor de los afectos, ya que la peor gente y la de más nefasta ralea que he conocido en mi vida es colombiana.

En las semanas previas a ese absurdo viaje, Susana empezó a tener problemas en sus facultades motoras cada vez más frecuentes. Ella lo sabía; a su familia se lo comunicó ella y se lo comuniqué yo, pero todo fue inútil. Sólo sirvió para cambiar el absurdo itinerario de ese viaje suicida ampliando el número de escalas que tenía que hacer en Estados Unidos, creo recordar de una a  dos, para aumentar la seguridad de que el viaje fuese lo más destructivo posible para su vida. De hecho, estuvo casi cinco días dando tumbos por varios aeropuertos antes de llegar a Bogotá. Fue un milagro que sobreviviese a ese deliberado calvario

En la última semana por ejemplo previa a su suicida viaje, que yo cada vez más veía claro que era una mera excusa para acelerar su muerte recibimos la noticia de que había empeorado en cuanto a sus defensas y a sus plaquetas como dicen los análisis de sangre efectuados, que convertían ese viaje en totalmente no recomendable desde un punto de vista médico. Su familia indiferente. Y ella también. A mí cada vez más, Susana me empezó a dar a sensación de ser una suicida que quería acabar con su vida y no sabía como hacerlo.De  hecho por lo que me comentó y oí que me comentaba, había quien (desde Colombia) en esas fechas le plantó en su cerebro  desde estas fechas la idea sutl de que el final de su enfermedad sería tan doloroso y cruel como el que tuvo su madre en una modesta clínica bogotana en 2010. La idea era retorcidamente perversa ya que partía de una hipóesis racista y falsa y es que en Barcelona la calidad de la atención sanitaria en 2019 era equivalente a la de la clínica bogotana citada de diez años atrás-

(Respecto al tema del suicidio, en la documentación encontrada entre sus efectos que NO fueron robados de mi domicilio en agosto figura la constatación manuscrita de que realizó dos intentos de suicidio, que aunque no puedo establecer con precisión las fechas, uno de ellos se produjo alrededor de la fecha de sucumpleaños 53, en el  verano 09, y el segundo alrededor de unos graves sucesos que se produjeron hacia primavera 13)

En esa última semana previa a su viaje, yo permanecí toda la semana despierto, ya que en cinco de los siete días previos a su suicida viaje se cayó durante la noche. Insisto en que su familia LO SABIA.. Pero nada hacía cambiar su absurda decisión de  viajar costase lo que costase.




Estos dos incidentes son anteriores a los días previos al viaje pero son exactamente iguales a los que sufrió en la última semana  previa al mismo, con una pérdida de sus facultades motoras debido a una importante caída de sus defensas, con el agravante que se produjeron casi todas las noches, siendo prácticamente imposible levantarla del suelo. A mí me causaba un terror absoluto, una impotencia total y aunque aparentaba no darle importancia, se la daba y mucha. Su insistencia en hacer ese viaje absurdo equivalía para mí, a un intento de suicidio encubierto, ante el que aparentemente yo no podía hacer absolutamente nada. Insisto que su familia sabía esto, vió ésto y ésto no le importó lo más mínimo. A este nivel llegaba el odio que le tenían 





Para mí, tanto el insomnio, por tener que estar vigilante por ella no sólo durante el día sino durante las noches, me desmontó por completo anímicamente. Recuerdo la última noche que estuvo en el suelo, tratando de levantarse -no quería que yo lo hiciese ni quería que llamase al 061-, uve un ataque de llanto inconsolable. Yo no podía parar de llorar como hacía mucho no me había pasado y de repetir "No puedo más, no puedo más".

Le ofrecí acompañarla en bus, ya que ni siquiera tenía para pagar los viajes al aeropuerto en taxi; de hecho hizo tres intentos consecutivos para hacerlo; todos ellos desplazamientos en taxi a mi cargo (ida y vuelta 90 euros)  pero siempre llegaba tarde. Creo que de alguna manera subconscientemente esperaba que la rechazasen en el aeropuerto y no tener que hacer ese viaje ridículo.

El último viaje no quiso hacerlo en bus, pero yo ya  no tenía con que pagar un taxi, pero a ella, decidida hasta la obcecación por satisfacer el capricho de sus hijos de jugar con su vida, quiso tomarlo y salir sin pagar. No la quise acompañar, para no pasar encima por el bochorno de una discusión (lógica) con un taxista furioso que habría querido cobrar como fuese. Recuerdo que incluso tuve un ataque de ansiedad en la calle, y creo que hasta me sorprende que no tuviese un infarto. Estuve varias horas en la escalera, incapaz de subir a casa, hiperventilando, convencido de que había sido cómplice del suicidio de Susana, o cuanto menos de su homicidio a manos de su familia.

Cuando llegué a casa, encontré tanto su pasaporte como el billete de avión. No me preocupé porque pensé que la compañía aérea no la dejaría subir. Craso error. Ni siquiera tenía la ESTA para entrar en Estados Unidos. Estuvo sin dar señales de vida varios días hastA Que finalmente me hizo saber que había llegado a tiempo para participar en aquel absurdo circo

Creo que es entonces cuando empecé a asumir su muerte, su autodestrucción , o su homicidio a manos de su familia como algo dolorosísimamente inevitable



Esta fue la primera vez que Susana se saltó uno de los tratamientos. Éstos debían hacerse necesariamente con una extracción de sangre previa (aquí está la citación) pero Susana, obedeciendo las órdenes autodestructivas de sus hijos decidió saltarse este tratamiento. A la siguiente extracción , ya en junio quince días después, sus defensas y plaquetas habían mejorado, pero para la doctora fue una pésima noticia que se saltase el tratamiento previo. Aquí fue cuando una enfermera me indicó que Susana "bajaba los brazos ante la enfermedad". La realidad era muchísimo más grave. Estaba obedeciendo las órdenes de su familia, especialmente sus hijos, para autodestruirse. Y yo no sabía que podía hacer al respecto. Excepto estar muy furioso, triste e indignado.
Tres meses después de esta indignidad se produce la infamia final ,en la que superándose a si mismos llegan a la calumnia máxima , acusándome a mi de no haber tratado bien a Susana (¿?¿?) cuando ellos se habían esforzado durante añós para destruirla.
Ni olvido ni perdón

Abril 19. Panchita Martínez y su postizo sirviente llegan a Barcelona.

A principios de abril 19, parecía aparentemente que la salud de Susana se estaba restableciendo. Atrás quedaba la sombra de tristeza por el inaudito desplante de su  hija en diciembre deseándole abiertamente la muerte.

 Su familia le plantea  abierta e insistentemente asistir a la boda de su sobrina en Santa Marta, lo que implica, hacer cerca de 20.000 kilómetros, hacer un gasto, uno más, estratosférico,  y volver a poner en grave riesgo su salud. Un añadido absolutamente surrealista fue una cierta exigencia de un código de vestimenta determinado, que le obligó a recorrer tiendas de ropa y específicas de tocados (!) para incrementar aún más el gasto. (De hecho, tanto el tocado como el vestido aún lo tengo en mi casa). Aquí empiezo a plantearle abiertamente que era un grave riesgo para su salud hacer este octavo viaje en cuatro años, un disparate más que en su estado de salud era quizá el más arriesgado de todos.

De hecho en abril, sigue apareciendo una inflamación craneal que podría indicar algún movimiento en el área operada , si bien no específicamente tumor. Sus facultades siguen en caída libre, con dificultades motoras que irán en aumento en las siguientes semanas, y como indican los análisis de sangre, con las defensas bajando de manera acelerada así como las plaquetas.

Mi situación económica parecía aliviarse levemente por lo que le sugerí que la semana santa la pasásemos otra vez en Colliure, repitiendo el viaje de la semana santa anterior. El coste podría ser mínimo, ya que encontré y reservé una habitación en un establecimiento que era la misma casa de huéspedes cerca de la playa en la que nos alojamos el año anterior. Hice la reserva... Y perdí su importe porque no hubo viaje

Inesperadamente me entero que el hijo, su mantenedora esposa y su vástago aterrizaban en Barcelona para pasar unos días con Susana. Lógicamente (sic) yo quedaba al margen de los planes de esta pareja de vividores, ya que yo, como "inferior" españolito sólo merecía  de estos racistas colombianos el desprecio que ya hacía mucho que me dedicaban

Me enteré por la Guardia Civil, comisaría de la calle Balmes, que ambos habían entrado en España sin presentar como es preceptivo una reserva de hotel para los llegados de fuera del espacio Shengen, y presentaron una carta de invitación falsificada a mi nombre, lo que muestra sus pocos escrúpulos morales, especialmente después de que el año anterior robasen las joyas de mi madre de mi domicilio.

Susana otra vez, siempre la misma ingenua de siempre abrigaba la esperanza de que Cortito y Montaña, su bulímica y amiga de lo ajeno nuera y su mantenido marido se quedasen en mi casa (algo que me parecía abiertamente vomitivo), pero ella, que es la que decide -es quien paga, aunque el dinero insisto no creo que proceda de la liquidez escasa de su hotelucho cartagenero-, decidió, en la puerta de mi casa, muerta del asco negándose a entrar (No olvidemos que es una "casa de pobres" y como hizo su cuñada, tan oporofóbica como ella, en diciembre no pudo resistir la tentación de mostrarme el mismo desprecio que Madame Libranzas, la "hija modelo" me mostró en entonces).

Como escuché que le decían a Susana, la bulímica nuera tenía el capricho de alquilar un velero y pasar varias semanas en la Costa Azul (al parecer había mucho ("ñeñé"?)dinero de procedencia dudosa para malgastar). Lógicamente yo quedaba al margen de semejante estupidez, ya que tampoco tenía intención de mezclarme con granujas colombianos como esos. Inmediatamente se marchó para buscar un hotel apropiado a su capricho y a su grosero engreimiento de vividora nueva rica maleducada.

Unos minutos después regresó su marido y entre otras cosas me entregó con su tradicional sonrisa de manipulador y cuentista, algo para "compensarme" de las molestias causadas, un paquetito de chocolatinas colombianas. Quedé atónito ante semejante muestra de cinismo. Como si yo fuese su mascota.  La pérdida de la reserva de semana santa, tener que aguantar otra vez a parásitos colombianos, la amenaza de nuevos disgustos y problemas de salud para Susana, todo se compensaba con unas chocolatinas.

Aún lamento no habérselas hecho comer a golpes

Las pisoteé a conciencia y las arrojé a la basura, que es donde debía estar todo lo que viniese de ese par de bribones y les envié el video de ello

A los pocos minutos, la bulímica y gordinflona nuera, que probablemente estaba ya bebida, empezó a enviarme furiosos mensajes insultantes que yo respondí en el mismo tono

Una de las cosas más irritantes que Panchita Martínez me dijo que creía que yo era "inestable" -por no aceptar la golosina compensatoria de la chocolatina, como si fuese su mascota- y sobre todo , que yo debía "agradecer todo lo que la familia había hecho por mí"...

Quedé anodadado. Sabía que probablemente estaba borracha -otra vez- y no sabía lo que decía, pero  quisiera ahora aprovechar para responder a esa bulímica y gordinflona Panchita que es lo que supuestamente yo debo agradecer a esa familia de granujas, vividores y malas personas



1) Los hijos os cargásteis deliberadamente a mi esposa Susana.  ¿Esto lo debo agradecer?

Sólo en 2019 realizó, por voluntad de su familia,  dos viajes absurdos en tres meses, estando baja de defensas y de plaquetas siendo en ambos casos viajes altamente desaconsejados por los médicos.

No les importó ni lo más mínimo, Querían verla muerta y lo lograron.

Documentación médica

¿Eso lo debo agradecer?

2) Gracias a la indiferencia de los hijos de Susana por su madre murió la mía. ¿Esto lo debo agradecer también?

Si ambos hijos hubieran asumido alguna responsabilidad por la Susana que tanto odiaban en 2017, yo no habría tenido que retrasar varios meses la contratación de cuidadoras para mi madre.

No les importó lo más mínimo. Racistas como son alguien que no era colombiano ni de su famiglia criptomafiosa merecía la muerte. Y la lograron

¿Eso lo debo agradecer,?

3) En junio 18 robaron de mi casa las joyas de mi madre. ¿Esto lo debo agradecer?

Un paquete de joyas y varias monedas de oro fueron robadas de mi domicilio en junio 18. Yo tuve que callarme ante semejante villanía para no alterar a Susana en su estado de salud. Supongo que creyeron que a mí se me podría manipular, engañar y robar impunemente. Esas joyas acabaron en Cartagena

No sé como lo llaman a esa actitud en Colombia, quizá "chuzadas", "chéveres" o "mamertadas" pero aquí lo llamamos ROBAR. ¿Y eso lo debo agradecer?

Granujas

4) ¿Hablamos de cuando yo tuve que pagar los gastos de la empresa de prostitución que teníais en Barcelona?

Yo pagué esos gastos y fue para mi una profunda humillación, tener que dedicar mi dinero a financiar gastos de proxenetas. Los gastos los pagué en una oficina del Banco Popular de las Ramblas y ante un gestor de la calle Consell de Cent. Y conservo los resguardos de ello. El número CIF de esa empresa absurda era: B65757064. La referencia de esa operación fue 2016RSC75700409SG, con clave de liquidación A0861017506002423

¿Eso lo debo agradecer yo, o quizá mi silencio entonces me  lo deberían  agradecer a mí, ?

Granujas.

Y si hablamos de agradecimientos,  deberían  agradecerme a mi que no  denunciase a los hijos de Susana  ante la justicia por haberse negado a asumir ninguna responsabilidad respecto de ella desde febrero 15 y abril 16 respectivamente.

Si no lo hice fue exclusivamente para que esa denuncia, que estaba más que justificada como me indicó categóricamente  el bufete de abogados de Bogotá a quien lo consulté, no alterase la evolución de su enfermedad . Es evidente que tuve demasiadas contemplaciones con estos granujas

La mamarracha llegó a decir que yo "la había ofendido profundamente". Gordinflona ridícula. ¿Y que se supone  que yo debí sentir cuando "desaparecieron "las joyas de mi madre el año anterior? Por no hablar del hecho de que sospecho que las calumnias  e insultos muy ofensivos que me dedicó la hermana de Susana en agosto 19, con amenazas de muerte incluidas fueron insultos que entre los hijos de Susana y su patética nuera le metieron en su cabeza. Ni te imaginas hasta que punto yo estoy ofendido, Panchita



Espero por su bien que nunca cometan  el error de volver a ensuciar mi ciudad con su  presencia ruin. En BArcelona ya tenemos bastantes delincuentes como para aceptar los maleantes que nos lleguen de Colombia.




Al día siguiente Susana decidió pasar los días incluyendo Sant Jordi con su mafiosa familia.

Fue para mí una enorme decepción que evidenciaba la envergadura de la capacidad de manipulación que tenían sobre Susana sus malos hijos y su capacidad  de inocularle toda la toxicidad posible

Yo ya desistí de planteárle un dilema, "o tus hijos o yo", que en realidad era un dilema, "o  tu salud o tus hijos" ya que me daba cuenta que la toxicidad de sus hijos ganaría la partida.

Y eso fue para mí muy decepcionante.

Quizá una de las cosas más compensatorias para mí que ha ocurrido con el virus es que el hotelucho cartagenero está cerrado; yo de hecho estoy insistiendo ante las autoridades locales que deben mantenerlo cerrado al ser un peligro evidente para la salud pública al tener que acceder a él en barca. Espero que se arruinen con él










Cada día debía dedicar no menos de una hora a doblarle la ropa que durante el día acababa nuevamente en el suelo. Esto para mí indicaba el grado de ansiedad y nerviosismo creciente que sentía Susana, y que para mí era más que agotador

Febrero 19: Amistades peligrosas

Antes de entrar en lo sucedido durante febrero 19, un inciso haciendo un salto atrás en el tiempo...


Pablo Escobar en el Hotel Intercontinental de Medellín,
en una subasta benéfica, llamada "Pincel de estrellas",
(Fuente: Juan Pablo Escobar/Facebook)








Diciembre 1981. Susana se encuentra en Medellín, donde Jorge Durán es el gerente del Hotel Intercontinental donde vive con su hija, de cuatro años y su hijo que acaba de cumplir los dos años.


Tienen todas las comodidades imaginables y por estas fechas, como me contó Susana, ésta empieza a sacarse el carné de conducir, realizando sus prácticas alrededor del hotel, momento en el que coincide con diversas de las personalidades  que se alojan en el mismo, algunas muy conocidas, como el caso de Julio Iglesias o Raphael, con el que coincidió en esas fechas en el ascensor, y como también me contó, con otras menos importantes o más, digamos, embarazosas.

Una de éstas fue un empresario exitoso de Medellín, como era conocido en aquel momento, que acababa de dar el paso para introducirse en política, como miembro suplente del Congreso Colombiano,por el partido liberal democrático (sic) llamado Pablo Escobar Gaviria

Escobar, aparte de multimillonario de éxito por sus actividades en ese momento vagamente relacionadas con la "importación-exportación" era también el líder del grupo de narcotraficantes más poderoso del momento, el cártel de Medellín, gracias al cual inundaba de droga el mercado norteamericano y lograba beneficios espectaculares que canalizaba en obras públicas y de beneficencia tanto relacionadas con la construcción de vivienda social en los barrios más humildes de la ciudad como con  obras benéficas como las subastas de arte, en el Hotel  Intercontinental, que durante varios meses frecuentó muy asiduamente, pero también en comprar simpatías y complicidades en numerosos altos cargos de la política  y la judicatura colombiana

Escobar en ese momento se enfrentaba en su doble vida , la pública, normal de hombre triunfador, y la oculta a la opinión pública de narcotraficante y corruptor de la política de su país, no sólo a la amenaza de que se desvelasen sus verdaderas actividades sino al acoso de cárteles rivales, como el de Cali, que podrían  verse gravemente amenazados en su supervivencia si Escobar lograba finalmente infiltrarse en la política y ganar así mucho más poder, por no hablar de la amenaza que suponían guerrillasizquierdistas como el M16 que podían ver en la riqueza de los miembros de este grupo criminal una fuente fácil de obtención de riqueza para financiar sus actividades.

El 12 de noviembre , es secuestrada Marta Nieves Ochoa, hija de Fabio  Ochoa, uno de los principales dirigentes del cártel de Medellin por el M16. Ochoa se niega a pagar rescate alguno y decide convocar una reunión de todos los altos cargos de la mafia del narcotráfico encabezados por el aún en un discreto segundo plano Pablo Escobar, para organizar un grupo de pistoleros para responder a ese secuestro.  La reunión , éste quiso que se celebrase en el Intercontinental, donde se encontraba especialmente cómodo desde hacía semanas, y donde imagino se le consideraba un cliente más que VIP por su capacidad eonómica. Escobar no  quiso hacer esta reunión ni en su finca Nápoles, aparentemente más segura ni en su edificio Mónaco, sino en el Intercontinental, donde pasaron porco menos que por un selecto grupo de discretos hombres de negocios.

Tuvo lugar el 1 de diciembre, fecha próxima al cumpleaños de Escobar y allí se decidió que los 223 jerarcas aportasen 446 millones de pesos y creasen  un ejército privado de 2.230 pistoleros dedicados exclusivamente a garantizar la seguridad de sus familiares y a solucionar el secuestro de Marta Nieves, ni que decir tiene que por métodos más que drásticos

Así nació el MAS, Muerte a los secuestradores, que marcó un punto de inflexión de la carrera de Escobar, que poco después ya empezó a ser señalado públicamente por sus verdaderas actividades ilícitas

Lógicamente no quiero decir con ello que el marido de Susana tuviera  que ver con ese inesperado cónclave de mafiosos, el máyor que tuvo lugar nunca en Colombia y que se celebró literalmente bajo su techo, y que  posiblemente fue uno más de los que tenían lugar en el hotel, pero personalmente, que éste fuese escogido, fue una  curiosa casualidad que relacionaba a la familia con la delincuencia, pero  no sería la única. De hecho se podría comparar esa reunión de mafiosos con la reunión de las cinco familias de la mafia en los Apalaches en 1957, aunque aquí la superaron en número en cuanto a reunir maleantes, pero también peces gordos de la sociedad civil colombiana


Jorge Durán tiene una relación de parentesco con la familia del conocido periodista Jaime Soto. De hecho es su hijastro.

Soto, un muy conocido periodista colombiano de la radio, de Honda,  muy popular en los años 60 y 70. Popular por sus espacios de actualidad "Cantaclaro"y "Contrapunto" que mostraban un carácter de especial integridad y respeto por la legalidad. No en vano, sus crónicas las presentaba siempre con una frase recurrente "La verdad, dicha sin compromisos, ni contemplaciones", una afirmación que yo, aquí podría suscribir en este blog al ciento por ciento

 De hecho, Susana me contó anecdóticamente, que pese a que lo admiraba, seguía y escuchaba con mucho interés durante años, era profundamente cascarrabias, gruñón y para decirlo suavemente, algo "difícil" en el trato cotidiano, quizá por estar demasiado absorbido por su trabajo. Me contó que tenía trato de especial afecto con su esposa Liliana, -y ésto creo que ni la familia lo sabe-  cuando ésta enfermó gravemente Susana quiso llevarle un cura para que le llevase los últimos sacramentos, algo que pese a parecer banal, era más delicado de lo que parecía, ya que Soto era profundamente hostil a la religión por lo que el cura tuvo que entrar y salir en el edificio donde agonizabala enferma casi disfrazado por si se encontraba con Soto, que como me dijo Susana, "si nos llega a pillar, me habría tirado por la ventana de rabia". No fue así, y esa misma noche fallecía la enferma, con la tranquilidad de sus auxilios espirituales; y la compañía de Susana, que también quedó con la satisfacción de haber hecho lo correcto.

Soto estaba profundamente implicado también en dar la mejor educación a sus hijos,  uno de ellos, domiciliado en Bogotá asistió al (falso) funeral por Susana, especialmente al mayor, que era poco menos que la niña de sus ojos

Foto policial de Roberto Soto tras su arresto por narcotraficante

En Marzo de 1983, su hijo Roberto, entonces un economista de éxito del Banco de Colombia, perpetró un espectacular robo de 13, 5 millones de dólares desviándolos a una cuenta propia en el Chase Manhattan Bank, para saltar el efectivo a un banco de Zurich y de allí acabar perdiéndose en las islas Caiman. El robo, como se supo al año siguiente, había sido perpetrado por diversos cómplices, que esperaban recibir su parte, pero Soto decidió quedarse integramente el botín. Ya desenmascarada su participación  logró escapar de Bogotá gracias al senador Emilio Valderrama.

Soto siempre defendió que el resto de la banda le había implicado falsamente en el delito, pero nunca quiso regresar a Colombia para dar cuentas de lo que había hecho. El escándalo fue mayúsculo  en todo el país. Soto padre quedó profundamente avergonzado y profesionalmente herido de muerte por semejante villanía de su hijo. Su credibilidad saltó por los aires pero sobrevivió lo suficiente como para saber que su hijo fue arrestado por narcotráfico a gran escala al tratar de introducir en Europa grandes cantidades de droga colombiana , muriendo poco después, más que presumiblemente de pena y de verguenza

Soto, por cierto, que actualmente tiene 75 años, debe ser un cantamañanas de mucho cuidado ya que cuando fue juzgado por narcotraficante montó una historia absolutamente delirante que implicaba a narcos italianos que supuestamente le habian acusado en falso Quizá por eso sólo fue condenado a nueve años de cárcel, cumpliendo seis de condena, al ser liberado en 1999 quedándose finalmente en Europa, en Viena , para disfrutar del cuantioso botín robado, un dinero que nunca regresó a Colombia . O sí?


Febrero 2015. Susana se encuentra convaleciente de su operación. Está realizando radioterapia y quimioterapia y tiene lo justo para comer, viviendo en un piso que -supuestamente- le ha proporcionado su hijo (en la calle Enrique Granados). Inesperadamente recibe una visita con acento colombiano. Es Roberto Soto, de 70 años, aparentemente un apacible viajero que se interesa por su salud,. ¿Quien le proporciona su dirección? Misterio
Susana queda muy sorprendida pero enseguida entabla conversación con él y le comenta su situación económica más que precaria, así como su miedo al futuro más inmediato.
Soto, después de una cháchara inacabable, logra convencer a Susana de algo absolutamente insólito, y es de venderle unos estrambóticos productos milagrosos de cosmética con los que podrá hacer algo de efectivo para poder obtener la seguridad económica que su familia NO le proporciona. Para ello, claro está, debe hacer una pequeña inversión.

Susana acaba aquella misteriosa visita con una caja llena de productos inútiles, que siempre mantendrá escondidos en un armario, por la verguenza que leproducía haberse dejado estafar por aquel ladrón y vividor, que se fue con todo su dinero. Según me dijo Susana ni siquiera sabía exactamente cuanto pero serían más de 500 euros. De no haber sido por el dinero que le mandó Arturo Peña (ignoro si después de comunicarle Susana lo que había pasado, pero sospecho que fue así), Susana ya entonces literalmente habría muerto de hambre

Así es el cantamañanas de Soto

Cuando me enteré de esta desafortunada historia me asombró profundamente que su familia, que no sólo estuvo enterada de ese engaño sino que quizá lo promovió (¿como supo Soto donde encontrar a Susana?) no quiso mover ni un dedo para devolver a Susana el dinero perdido.

Lo tuve que poner yo de mi bolsillo. Parte lo sacamos además endosándolo a un comprador en otoño 16 que aceptó pagar lo que valían esas porquería s inútiles, menos de 50 euros

La familia de perfil, como de costumbre



Y llegamos a febrero 19

Susana sigue eufórica por el teléfono Samsung de 130 euros que le ha comprado su hijo. Aleluya aleluya. uno de los hijos es capaz de mostrar algo parecido a un sentimiento por ella...

Yo me quedo con la perplejidad de que yo en el mes anterior había gastado cinco veces más dinero, y en parte ya era a crédito, para que Susana pudiese ir al teatro en Madrid y compensar así el profundo dolor y la tristeza que le había causado las afirmaciones de su hija pidiéndole (en nombre de ambos hermanos, clara y explícitamente) que se dejase morir y que no siguiese con los tratamientos, un golpe durísimo para su ánimo que le hizo empezar a bajar los brazos ante la enfermedad.. Pero nada de eso importaba, sólo que mi hijo, mi hijo, mi hijo había mostrado como se preocupaba por ella gastándose dinero (¿suyo?) en un móvil para chatear por wats app

Ese mes además llega la factura del teléfono y ésta consume totalmente la pensión de Susana, ya que durante los días que estuvo sin móvil se dedicó a telefonear vía directa tanto a sus hijos como a sus amigas. El coste fue astronómico. Tanto que todos mis ingresos ese mes tuvieron que ir destinados a mantenernos a ambos y a pagar el crédito del viaje.

18 de febrero misa por mi madre en
Sant Josep Oriol. Quiso comprar y dejar unas
flores junto a la Virgen
Estos detalles me emocionabam
entonces y aún lo hacen
Lógicamente se me podrá cuestionar ese exceso de gasto, pero yo tengo claro que lo hice para compensarla de ese profundo dolor que sentía Susana. Y no lo siento. Creo que quienes deben sentirlo serían otros

Durante ese mes, en diferentes ocasiones yo no tenía ni siquiera dinero para desayunar, por lo que o dejaba pagado el desayuno de Susanaen la granja o le dejaba dinero a ella. Me iba supuestamente para hacer "gestiones", no pocas veces quedando sin desayunar y regresando para cocinarle el almuerzo, diciéndole varias veces que yo ya había comido fuera, algo que era falso.

Ese mes, no pocos días, yo pasé hambre, pero me aseguré que Susana no lo pasase.

Finalmente Susana acabó descubriendo la verdad de esas falsas gestiones. A mediados de mes decide llamar a su hijo para pedirle  literalmente para poder comer.

La conversación fue muy surrealista e inesperada. Creo que no llegó a ninguna parte, ya que lo que no podían soportar es que de esa ayuda a mi me llegase nada. Percibí la envergadura del odio tan profundo que me tenían. De hecho Susana me dijo explícitamente que le habían dejado muy claro que si la ayudaban era estrictamente a ella, que en ningún caso compartiese absolutamente nada conmigo., A este extremo de rencor llegaban. Susana me lo contó y con toda la buena fe del mundo me dijo: Todo lo que me llegue a mí lo compartiré contigo, faltaría más. Recuerdo que fueron sus palabras textuales. Me quedé atónito de ver como me odiaban y hasta que extremo llegaba su rencor, yo ya tenía muy claro que era porque no me perdonaban que por mi causa Susana se hubiera salvado del hambre en 2015. Pero eso sí, para mi fue un sentimiento de una profundísima humillación deliberada y  cruel. Ese era su agradecimiento por haber salvado la vida de Susana

De esa conversación el componente más surrealista fue la excusa que el hijo le proporcionó, que a mi me dejó atónito

Le contó entre diversas vacilaciones que una hermanastra de su papá, que según Susana era hermana de Roberto vivía en Cartagena y había sido contratada -o más o menos- en el hotel que regentaba la esposa.y que la ayudaba económicamente por ser "hermanastra de papá", dándole una cobertura más o menos real de contable.

Le pregunté a Susana si era hermana de Roberto, y me respondió que si. Nunca supe si podría ser Julia o Maria Victoria Soto, dos de las hijas de Jaime de las que no tengo ubicado su paradero. No podía ser Simona en ningún caso, la tercera hija.

Me pareció absolutamente insólito que se plantease que era más urgente ayudar a la Soto cartagenera que a Susana, y por el desarrollo de la conversación casi parecía más que en lugar de ser una ayuda real fuese una ayuda por motivos más mercantiles

En ese  momento me planteé una hipótesis que no creo que sea del todo disparatada:: Si Roberto, que tenía explícitamenten relación con los hijos de Susana, es más que probable que para expatriar parte de su dinero obtenido ilícitamente usase personas de su confianza para devolver ese dinero a Colombia. Y qué mayor confianza la de la familia ? (famiglia) y que mejor cobertura que una empresa turística  pésimamente gestionada (Palabras de Maria Carolina Durán a su madre en diciembre 18,en las que llegó a reconocer que su hermano había pedido a su papá que gestionase él el hotel ya que veía a su esposa poco capacitada para hacerlo, y entendía que necesitaba ayuda ) para introducir liquidez en ella, si además tiene a una miembro de la familia relacionada con la actividad contable de la misma?. Puede ser que yo sea muy malpensado, pero la realidad me ha demostrado con creces que con personas como éstas, "piensa mal y acertarás"

Ese mismo día Susana llama a su hija y le comenta con extrañeza que su hijo esté "ayudando" a la hermanastra de su papá aparentemente de forma desinteresada con cantidades periódicas de dinero. Ésta le comenta que ella también está "ayudando" a otro de los hijos de Jaime que vive en Bogotá, ignoro si Jaime o Jorge Soto, que participó en el falso funeral de Bogotá por Susana

Que escondían esas "ayudas" a los Soto? Porqué era más importante ayudar a "los hermanastros de papá" que a Susana?
14 de febrero en Arenas



Y así seguimos en febrero.

A Susana además en ese momento le empeiza a plantear la familia una hipótesis más que descabellada y suicida para su salud, como es viajar a Colombia para asistir a la boda de su sobrina, para la que ya se había gastado cientos de euros, para mi consternación y desesperación ya que veía que era inútil todo esfuerzo para convencerle que se cuidase

Madrid Enero 19

El último año de la vida de Susana no podía empezar peor, con las más amargas fiestas navideñas que yo recuerdo haber vivido y haber concebido posibles. 

Susana estuvo desde el 18 de diciembre hasta el 23, en cama, en un estado de postración y de tristeza absolutos. No dejaba de comentar en llamadas telefónicas lo que había ocurrido con su hija, que había llegado a Barcelona únicamente para comunicarle su deseo de verla muerta y pedirle que renunciase a tratamientos y se abandonase definitivamente a morir

Ya en ese momento estoy convencido que  Maria Carolina Durán sabía que la populista candidata a la alcaldía Claudia López le había ofrecido un cargo en su administración (¡Pobre Bogotá!) y estoy convencido que eso se lo había ocultado a su madre. El motivo es claro. Si Susana seguía viva cuando se produjese el nombramiento de la mala hija, ésta debería cursar un informe de incompatibilidades  que todos los funcionarios deben cursar, e informar de los ingresos de éstos, hijos, colaterales y ancestros y con toda seguridad habría sido embarazoso el riesgo de que alguien hubiese descubierto que la flamante secretaria de desarrollo económico tenía una madre enferma en España de la que se había desentendido ostensiblemente, en deliberada e ilegal dejación de sus responsabilidades filiales (establecidas claramente por la legalidad colombiana). De ahí el interés de la hija por acelerar la muerte de su madre

Yo recuerdo que incluso tuve que estar vigilando esos días ante la posibilidad verbalizada por Susana de quitarse la vida, dada la gran cantidad de medicación que tenía a su alcance. Además estaba convencido que ese odio profundo le causaba no sólo una profunda tristeza emocional sino también una pérdida absoluta de las ganas de seguir viviendo, un impacto psicológico demoledor, que a su vez era recogido por toda su familia con una espectacular indiferencia

La sensación de impotencia ante todo ello que yo tenía era crecientemente angustiosa para mí. Cada vez más tenía claro que el problema número uno de Susana no era el cáncer -por lo que todo lo que hiciera para hacerle más llevadera la enfermedad era inutil- sino una fría y calculada capacidad de sus familiares para mostrarle su odio en casos concretos y en otros una indiferencia que para Susana era tanto o más dolorosa  

El 23, sin una sonrisa, accedió a levantarse de la cama-, vistiendo, como haría todas las fiestas su camiseta de Viena, un detalle que me parecía profundamente simbólico-. Le fui a buscar un vino que le gustaba, del Empordà, llamado Cop de Vent -no precisamente barato-

Pero la tristeza seguía allí, y yo veía sin poder hacer nada al respecto, que literalmente, como me dijo una enfermera del Clínic, "había bajado los brazos" ante la enfermedad. Se estaba rindiendo ante mis ojos, estaba obedeciendo la voluntad destructiva y matricida de su hija



Mentiría si no reconociese que en este momento empecé a sentir más que nunca un rencor absoluto hacia estas personas, que habiendo podido hacer tanto por Susana, en realidad se esforzaban de forma incansable para lograr su muerte como fuese


Cantando villancicos en nochebuena. 

No se si es impresión mía pero con una cierta sombra de tristeza en la mirada






En la mañana del día de nochebuena, comiendo una bandeja paisa en un restaurante colombiano, Mi Tierra. Quiso específicamente que saliese en la foto la bolsa colombiana, ella, yo y otra persona sabemos porqué era importante ese detalle. Pero ni una sonrisa

 Durante su postración le hice a toda prisa un pesebre enorme, yle pedí que colocase la última y más importante pieza. 

Eso la animó incluso a cantar villancicos, pero aún con un fondo muy triste





Para tratar de animarla la llevé al concierto de valses del Palau de la Música. 

Era la segunda vez que íbamos, y como sucedió en la primera, para mi irritación, uno de sus temas recurrentes de conversación, en un bucle inacabable era el odio enfermizo que le tenía su hija, de la que no nos podíamos librar ni por accidente





En Nochebuena, una cena especial. Personalmente yo ya estaba agotado, porque no daba abasto a apagar tanto fuego simultáneo y sobre todo porque veía que su familia le mostraba abiertamente un desdén que le dolía profundamente, y aunque no lo reconociese era una amenaza para su salud tanto o más grave que el tumor





Durante días , de manera también en bucle recurrente, Susana veía una y otra vez la película Billy Elliot, que por algún extraño motivo le producia una completa fascinación.

Enterado de que en Madrid era una obra de teatro, le ofrecí que fuéramos a verla. Le entusiasmó la idea y por fin pareció superar su inconsolable angustia. La perspectiva de pasar la nochevieja en Madrid era imposible ya que el precio era más que disparatado, por lo que tuve que buscar como alternativa la primera semana de enero

En Navidad fuimos a comer, tras muchas dudas de su ánimo, al restaurante Galiza, en la calle Cardenal Casañas, donde habíamos ido muchísimas veces. La reserva fue tan a última hora que no siquiera les quedaba comida cuando fuimos, por lo que tomamos  solomillo poco hechos que nunca me había parecido tan exquisito




Nunca me imaginé que sería la última navidad, pero en el fondo era de temer que fuera así. El esfuerzo de su familia por acabar con ella más pronto o más tarde daría frutos

 Quiso -¿premonición? que nos tomásemos unas fotos en la puerta del restaurante

La nochevieja en casa.

Yo seguía percibiendo una sombra de tristeza evidente, pero ella hacía todo lo posible por ocultarla






Sigo pensando lo mismo que publiqué en el post de octubre 16 en Andorra. Qué felices habríamos sido sin su familia, o cuanto menos sin una familia que no la odiase o la despreciase tan profundamente



Siempre dispuesta a ocultar su tristeza con bromas




En Año Nuevo en Can Soteras, un restaurante de Paseo San Juan esquina Diagonal que siempre era su preferido para celebraciones. No imaginé que era su último Año Nuevo

Aquí yo ya tenía una sensación inquietante. No paraba de hacer todo lo que estuviera en mi mano para que estuviese feliz y contenta, pero todo ello con un coste económico que empezaba a ser exorbitante y todo ello con una familia, la de Susana que parecía esforzarse todo lo que pudiese para hundir su ánimo



Disfrutando de su regalo de reyes, un boligrafo con su nombre grabado. Le hizo mucha ilusión. Fue una de las cosas que me fueron robadas de mi casa en agosto




Ya en el Ave camino de Madrid





Ya en el Hotel, cerca de Atocha, el Rafael Hoteles






Muchísimo frío en Madrid. Susana notablemente cansada, como con las pilas gastadas. Yo no sabía si las físicas o las emocionales. O quizá ambas


 Merendando junto al hotel con dos amigas. Una de ellas María Jesús.

Por cierto, para mí no deja de ser chocante esta imagen. Creo que era completamente lógica que ambas, ante la posibilidad de ver a Susana -y sabiendo que estaba enferma- fueron ELLAS las que se desplazaron donde ella estaba, y no le plantearon que fuese ella la que se desplazase donde vivieran ambas. Parece una obviedad, pero varias de sus amigas colombianas, cada vez que Susana hacía uno de sus absurdos viajes a Colombia le planteaban por activa o por pasiva que era ella la que se tenía que desplazar y mover para verlas, y no al revés. Yo honestamente, pensé que en más de un caso -no todas- veían a Susana como una muerta de hambre y por ello era ella la que se tenía que desplazar para verlas. Insisto que hubo casos en los que esto no era así, pero no fueron la mayoría


En el metro hacia la Puerta del Sol y el AYuntamiento. Yo reconozco que me sentía realmente cansado, anímicamente por todo lo que había pasado en las semanas anteriores. Para mi  desconcierto. sólo me faltó que visitásemos el Corte Inglés de Sol,  y allí decidió que quería  escoger un regalo para Maria Carolina quesupuestamente debía pagar yo, a lo que me negué rotundamente-. Habíamos vuelto a la normalidad y para Susana eso significaba la más absoluta cerril y dócil sumisión hacia su hija a ver si así volvía (milagrosamente) a querer a su madre. Para mí era desesperante. De ahí mi cara en esa foto



Camino del Museo Thyssen en el Prado. Quiso entrar, pese a estar muy cansada, pero sólo aguantó una sala. El coste de la entrada a mi bolsillo, y esto también contribuyó a agotarme anímicamente




Ya en el teatro.
Aquí sucedió un incidente que me alarmó muchísimo y me alteró bastante.
Teníamos que hacer cola para entrar antes de que acabase la sesión de tarde y Susana decidió ir hasta una farmacia a comprar Paracetamol, que inesperadamente se le reveló como una urgencia inexcusable. Yo creía que al fin y al cabo en el teatro no la necesitaría pero fue en vano. Le sugerí que yo iría pero quiso ir ella sola, y que yo me quedase en la cola. La farmacia estaba en línea recta unos 200 metros. Pasó el rato y no regresaba.

Me alteré mucho ya que llegué a temer que le hubiese ocurrido algo. Fui corriendo hasta la farmacia cuando ya estaban los espectadores dentro, y me dijeron que Susana se había ido hacía rato. Al parecer salió a ver tiendas de ropa en un establecimiento próximo, se desorientó y tardó en encontrar el teatro nuevamente. El susto que me dió fue de campeonato. Yo aqui ya tenía la sensación de que estar las 24 horas vigilándola más o menos discretamente para que no le ocurriese nada y eso era muy tensionante-

LA obra le gustó muchísimo, aunque yo lamenté que la visibilidad de las localidades fuese muy baja. En el intermedio sin embargo, la misma Susana de siempre se ocupó de buscarnos unas localidades más próximas al escenario que estaban vacías, y aunque la acomodadora no lo veía nada claro, acabó aceptando que las ocupásemos



Buena parte del viaje se lo pasó chateando incansablemente y desconcertantemente para mí. Esta es la última imagen de su bolso y su móvil . Al día siguiente fuimos a la Casa de Campo



Ella, chateando compulsivamente, y en el lavabo de la estación de funicular se olvidó bolso, tarjetas, DNI, etc.

No me di cuenta hasta la salida del Restaurante Casa Valencia, donde comimos una exquisita paella, por cierto muchísimo más barata que en Can Soteras, y con una amabilidad  y cortesía del personal que fue más que excelente. Me llamó mucho la atención también que tanto un portero de una finca próxima como el taxista que nos llevó a la estación de Atocha fueron más que amables, incluso llamando desde su móvil al telefono de pago del BBVA para anular la tarjeta bancaria

Para mí fue un viaje ambivalente. Tenía la sensación de que si su motivación era animarla para que superase la decepción y la tristeza del odio de su hija no había funcionado del todo.

Además la sensación de tener que estar siempre atento a que no perdiese nada, que  no se desorientase, que no se diese cuenta que le estaba encima, era agotadora , sobre todo viendo como no dejaba ni un instante de chatear obsesivamente por todo y con todos

Unos días después su hijo le anuncia que le ha comprado un móvil Samsung. Para Susana parecía que fuese el mejor regalo que le hubiesen hecho en años, pese a que su coste, dicho sea de paso era de una quinta parte de lo que había pagado por el viaje a Madrid

Durante enero y febrero en varias ocasiones se produce un incidente bastante desafortunado más de una noche, sobre todo las de los viernes. Maria Carolina, llama a su madre a sus 10-11 de la noche, hacia las cinco de nuestra madrugada, siempre bebida, para farfullar toda clase de disparates, a veces simplemente tonterías sin sentido y como sucedió a principios de febrero, con una conversación a las 4,30 de la madrugada para comunicar a su madre -siempre usaba el manos libres por lo que yo me enteraba de todo- lo siguiente:

"-Mami, tengo que comunicarte una cosa importante.
-Ha pasado algo a los niños nena, estás bien?   (Está bebida)
-Mami, he tenido una visión y quiero comentártela.
- Una visión?
-Me he dado cuenta que Simón (su ex marido) no va a dejar de querer a su madre,  al menos durante los próximos seis años
-Nena estás bien?
- Recuerda esto mami, seis años y su madre dejará de ser importante para él (Maria Carolina no había podido aceptar que Simón por fin reuniese el valor para abandonarla y buscarse una mujer de verdad, no una lunática ydejase de excusar su presencia en Ibagué para cuidar de su madre, a la que Maria Carolina detestaba con toda su alma acusándola de borracha -le dijo la sartén al cazo- casi con toda seguridad falsamente, y probablemente no dejaba de rumiar maneras de seguir dominándolo)
Y colgó

Yo no pude evitar quedarme más que furioso con estas chaladuras familiares cada vez más frecuentes. Ni que decir tiene que sacar de la cama a una enferma Susana a las cuatro de la madrugada le importaba un carajo.

O a mí.






El 19 de enero se produce un atentado en una escuela de cadetes de la policía nacional en Bogotá. Murieron 19 de ellos.
Para Susana, que seguía siempre todas las noticias de Colombia, fue una noticia traumática -una más desde  los últimos dos meses-. Parecía como si todo se lo tomase a pecho, como si ella fuese parte afectada. Esto no le iba nada bien ni a su ánimo ni a su salud, pero aquí, siete meses antes de sufrir el accidente cerebro vascular que la dejó en estado vegetativo, -para complaciente indiferencia de sus hijos- estaba con fuerzas, con ánimo para coger su bandera colombiana e ir al restaurante Mi Tierra, en Urgell Diputación para mostrar ante sus compatriotas su tristeza.

Así era mi amorito