martes, 10 de diciembre de 2019

Abril 19. Panchita Martínez y su postizo sirviente llegan a Barcelona.

A principios de abril 19, parecía aparentemente que la salud de Susana se estaba restableciendo. Atrás quedaba la sombra de tristeza por el inaudito desplante de su  hija en diciembre deseándole abiertamente la muerte.

 Su familia le plantea  abierta e insistentemente asistir a la boda de su sobrina en Santa Marta, lo que implica, hacer cerca de 20.000 kilómetros, hacer un gasto, uno más, estratosférico,  y volver a poner en grave riesgo su salud. Un añadido absolutamente surrealista fue una cierta exigencia de un código de vestimenta determinado, que le obligó a recorrer tiendas de ropa y específicas de tocados (!) para incrementar aún más el gasto. (De hecho, tanto el tocado como el vestido aún lo tengo en mi casa). Aquí empiezo a plantearle abiertamente que era un grave riesgo para su salud hacer este octavo viaje en cuatro años, un disparate más que en su estado de salud era quizá el más arriesgado de todos.

De hecho en abril, sigue apareciendo una inflamación craneal que podría indicar algún movimiento en el área operada , si bien no específicamente tumor. Sus facultades siguen en caída libre, con dificultades motoras que irán en aumento en las siguientes semanas, y como indican los análisis de sangre, con las defensas bajando de manera acelerada así como las plaquetas.

Mi situación económica parecía aliviarse levemente por lo que le sugerí que la semana santa la pasásemos otra vez en Colliure, repitiendo el viaje de la semana santa anterior. El coste podría ser mínimo, ya que encontré y reservé una habitación en un establecimiento que era la misma casa de huéspedes cerca de la playa en la que nos alojamos el año anterior. Hice la reserva... Y perdí su importe porque no hubo viaje

Inesperadamente me entero que el hijo, su mantenedora esposa y su vástago aterrizaban en Barcelona para pasar unos días con Susana. Lógicamente (sic) yo quedaba al margen de los planes de esta pareja de vividores, ya que yo, como "inferior" españolito sólo merecía  de estos racistas colombianos el desprecio que ya hacía mucho que me dedicaban

Me enteré por la Guardia Civil, comisaría de la calle Balmes, que ambos habían entrado en España sin presentar como es preceptivo una reserva de hotel para los llegados de fuera del espacio Shengen, y presentaron una carta de invitación falsificada a mi nombre, lo que muestra sus pocos escrúpulos morales, especialmente después de que el año anterior robasen las joyas de mi madre de mi domicilio.

Susana otra vez, siempre la misma ingenua de siempre abrigaba la esperanza de que Cortito y Montaña, su bulímica y amiga de lo ajeno nuera y su mantenido marido se quedasen en mi casa (algo que me parecía abiertamente vomitivo), pero ella, que es la que decide -es quien paga, aunque el dinero insisto no creo que proceda de la liquidez escasa de su hotelucho cartagenero-, decidió, en la puerta de mi casa, muerta del asco negándose a entrar (No olvidemos que es una "casa de pobres" y como hizo su cuñada, tan oporofóbica como ella, en diciembre no pudo resistir la tentación de mostrarme el mismo desprecio que Madame Libranzas, la "hija modelo" me mostró en entonces).

Como escuché que le decían a Susana, la bulímica nuera tenía el capricho de alquilar un velero y pasar varias semanas en la Costa Azul (al parecer había mucho ("ñeñé"?)dinero de procedencia dudosa para malgastar). Lógicamente yo quedaba al margen de semejante estupidez, ya que tampoco tenía intención de mezclarme con granujas colombianos como esos. Inmediatamente se marchó para buscar un hotel apropiado a su capricho y a su grosero engreimiento de vividora nueva rica maleducada.

Unos minutos después regresó su marido y entre otras cosas me entregó con su tradicional sonrisa de manipulador y cuentista, algo para "compensarme" de las molestias causadas, un paquetito de chocolatinas colombianas. Quedé atónito ante semejante muestra de cinismo. Como si yo fuese su mascota.  La pérdida de la reserva de semana santa, tener que aguantar otra vez a parásitos colombianos, la amenaza de nuevos disgustos y problemas de salud para Susana, todo se compensaba con unas chocolatinas.

Aún lamento no habérselas hecho comer a golpes

Las pisoteé a conciencia y las arrojé a la basura, que es donde debía estar todo lo que viniese de ese par de bribones y les envié el video de ello

A los pocos minutos, la bulímica y gordinflona nuera, que probablemente estaba ya bebida, empezó a enviarme furiosos mensajes insultantes que yo respondí en el mismo tono

Una de las cosas más irritantes que Panchita Martínez me dijo que creía que yo era "inestable" -por no aceptar la golosina compensatoria de la chocolatina, como si fuese su mascota- y sobre todo , que yo debía "agradecer todo lo que la familia había hecho por mí"...

Quedé anodadado. Sabía que probablemente estaba borracha -otra vez- y no sabía lo que decía, pero  quisiera ahora aprovechar para responder a esa bulímica y gordinflona Panchita que es lo que supuestamente yo debo agradecer a esa familia de granujas, vividores y malas personas



1) Los hijos os cargásteis deliberadamente a mi esposa Susana.  ¿Esto lo debo agradecer?

Sólo en 2019 realizó, por voluntad de su familia,  dos viajes absurdos en tres meses, estando baja de defensas y de plaquetas siendo en ambos casos viajes altamente desaconsejados por los médicos.

No les importó ni lo más mínimo, Querían verla muerta y lo lograron.

Documentación médica

¿Eso lo debo agradecer?

2) Gracias a la indiferencia de los hijos de Susana por su madre murió la mía. ¿Esto lo debo agradecer también?

Si ambos hijos hubieran asumido alguna responsabilidad por la Susana que tanto odiaban en 2017, yo no habría tenido que retrasar varios meses la contratación de cuidadoras para mi madre.

No les importó lo más mínimo. Racistas como son alguien que no era colombiano ni de su famiglia criptomafiosa merecía la muerte. Y la lograron

¿Eso lo debo agradecer,?

3) En junio 18 robaron de mi casa las joyas de mi madre. ¿Esto lo debo agradecer?

Un paquete de joyas y varias monedas de oro fueron robadas de mi domicilio en junio 18. Yo tuve que callarme ante semejante villanía para no alterar a Susana en su estado de salud. Supongo que creyeron que a mí se me podría manipular, engañar y robar impunemente. Esas joyas acabaron en Cartagena

No sé como lo llaman a esa actitud en Colombia, quizá "chuzadas", "chéveres" o "mamertadas" pero aquí lo llamamos ROBAR. ¿Y eso lo debo agradecer?

Granujas

4) ¿Hablamos de cuando yo tuve que pagar los gastos de la empresa de prostitución que teníais en Barcelona?

Yo pagué esos gastos y fue para mi una profunda humillación, tener que dedicar mi dinero a financiar gastos de proxenetas. Los gastos los pagué en una oficina del Banco Popular de las Ramblas y ante un gestor de la calle Consell de Cent. Y conservo los resguardos de ello. El número CIF de esa empresa absurda era: B65757064. La referencia de esa operación fue 2016RSC75700409SG, con clave de liquidación A0861017506002423

¿Eso lo debo agradecer yo, o quizá mi silencio entonces me  lo deberían  agradecer a mí, ?

Granujas.

Y si hablamos de agradecimientos,  deberían  agradecerme a mi que no  denunciase a los hijos de Susana  ante la justicia por haberse negado a asumir ninguna responsabilidad respecto de ella desde febrero 15 y abril 16 respectivamente.

Si no lo hice fue exclusivamente para que esa denuncia, que estaba más que justificada como me indicó categóricamente  el bufete de abogados de Bogotá a quien lo consulté, no alterase la evolución de su enfermedad . Es evidente que tuve demasiadas contemplaciones con estos granujas

La mamarracha llegó a decir que yo "la había ofendido profundamente". Gordinflona ridícula. ¿Y que se supone  que yo debí sentir cuando "desaparecieron "las joyas de mi madre el año anterior? Por no hablar del hecho de que sospecho que las calumnias  e insultos muy ofensivos que me dedicó la hermana de Susana en agosto 19, con amenazas de muerte incluidas fueron insultos que entre los hijos de Susana y su patética nuera le metieron en su cabeza. Ni te imaginas hasta que punto yo estoy ofendido, Panchita



Espero por su bien que nunca cometan  el error de volver a ensuciar mi ciudad con su  presencia ruin. En BArcelona ya tenemos bastantes delincuentes como para aceptar los maleantes que nos lleguen de Colombia.




Al día siguiente Susana decidió pasar los días incluyendo Sant Jordi con su mafiosa familia.

Fue para mí una enorme decepción que evidenciaba la envergadura de la capacidad de manipulación que tenían sobre Susana sus malos hijos y su capacidad  de inocularle toda la toxicidad posible

Yo ya desistí de planteárle un dilema, "o tus hijos o yo", que en realidad era un dilema, "o  tu salud o tus hijos" ya que me daba cuenta que la toxicidad de sus hijos ganaría la partida.

Y eso fue para mí muy decepcionante.

Quizá una de las cosas más compensatorias para mí que ha ocurrido con el virus es que el hotelucho cartagenero está cerrado; yo de hecho estoy insistiendo ante las autoridades locales que deben mantenerlo cerrado al ser un peligro evidente para la salud pública al tener que acceder a él en barca. Espero que se arruinen con él










Cada día debía dedicar no menos de una hora a doblarle la ropa que durante el día acababa nuevamente en el suelo. Esto para mí indicaba el grado de ansiedad y nerviosismo creciente que sentía Susana, y que para mí era más que agotador

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