martes, 10 de diciembre de 2019

Octubre 18 - 2ª operación

En octubre 18, tras regresar de Pals, hay que afrontar uno de los momentos más delicados de toda la enfermedad, como fue la segunda operación quirúrgica. Aparentemente la última resonancia había mostrado "algo" no definitivamente claro y aquí nuevamente se plantea la posibilidad del dilema entre inflamación o reaparición del tumor

Yo, no podía multiplicarme más de lo que hacía. Desde septiembre estaba realizando con una Asociación un programa de inserción laboral, al que lógicamente planteé la matización de que a causa de Susana me podía resultar enormemente complicado garantizar cualquier cumplimiento de horarios. Eso se vió más claro aún desde octubre, cuando en esta Asociación, que se encontraba en la calle Sicilia me ofreció un horario limitado por las mañanas, que yo a duras penas podía cumplir ya que prácticamente cada hora me encontraba con llamadas de Susana que me advertía de su temor si tenía que salir sola (a desayunar en la esquina, a menos de 100 metros) de perderse o extraviarse, ya que siempre ibamos juntos a todas partes.

Por ello contacté con los servicios sociales, a los que recordé que Susana por su recomendación necesitaba un acompañante para realizar cualquier actividad en solitario. Dicho sea de paso, los servicios sociales eran los mismos a los que el hijo PROHIBIO acudir a su madre con la absurda teoría de que si lo hacía le quitarian los tratamientos (Algo ridículo hasta la náusea)

Los servicios sociales, desde primavera realizaban visitas periódicas a domicilio a Susana comprobando su estado. De hecho vieron que estaba tan bien atendida que entendían que ni siquiera hacía falta activar el programa PADES destinado a enfermos que necesitan cuidados de enfermería o médicos adicionales a los de la familia

Este dato, lo podría corroborar la familia malvada que por instigación del hijo llegó a decirme (29/8/19) que yo no sólo la habia descuidado sino incluso maltratado; como si yo hubiese instigado los viajes absurdos a Colombia que gravemente le perjudicaban la salud (y el último le costó la vida) o yo hubiese actuado como los hijos, completamente indiferentes a la evolución de la enfermedaden todos los sentidos. Esta maldad, jamás lo voy a perdonar

Esto, que en la práctica indicaba que Susana estaba perfectamente atendida, impedía en la práctica que se activase otro de los programas sociales muncipales, el de asistencia domiciliaria, enviando cuidadores para la enferma. Y esto me impedía cualquier salida laboral o profesional por razones meramente de tiempo

Aparentemente lo que acabó sucediendo tuvo mucho que ver con la desastrosa decisión de suspender en primavera el tratamiento con Bevacizumab. Éste había dado un resultado aceptable, manteniendo el tumor inmóvil, pero a la primera resonancia éste se vió que había reaparecido. Se volvió a administrar el medicamento y la siguiente resonancia, ya en julio mostró un resultado excelente,. Todos los tumores estaban prácticamente desaparecidos. Tras la siguiente resonancia, en septiembre se produce el resultado más extraño. Aparece en la resonancia  ese "algo", un brillo inusual en el área donde había estado el tumor y que, como digo no estaba claro si podía ser tumor o inflamación. 

Dicho sea de paso, como de costumbre, la actitud de la familia ante esta evolución de la enfermedad fue una vez más notoriamente indiferente, como a mí ya no me sorprendía

Ultimo domingo antes de la operación.
Me hace prometer que si le pasa algo
regresaré a este restaurante colombiano
 a comer y a recordarla en él. Aún no he podido
En ese momento se toma la decisión de realizar una segunda operación, a finales de octubre para salir de dudas. Lo que parecía claro es que lo que se encontraba en ese momento era algo distinto al proceso anterior, desgraciadamente como finalmente se confirmó, tras la operación,  la dosis nueva de Bevacizumab dinamitóel tumor y lo fracturó en todas direcciones, lo que explicó que desde este momento no volviese a verse más ninguna masa tumoral y en su lugar quedasen células cancerosas aisladas, en la zona de los liposomas del lóbulo frontal derecho (que dicho sea de paso no volvieron a activarse nunca hasta el final de la vida de Susana), que fueron las que se tuvo que eliminar del cráneo durante la operación

12/10, la hija le escribe que quiere pasar la navidad con ella. Yo no la creo en absoluto. Su verdadero motivo no es otro que  expresarle cara a cara que se deje morir, que se abandone y que deje de ser una molestia para ella. Pero esta maldad en ese momento ni siquiera la sospecha

Unos días antes de la misma aparece en la casa el hijo de Susana, con la intención -a mí NUNCA consultada- de colocar un plato de ducha en lugar de la bañera, por deseo de su madre.

Personalmente me pareció desconcertante la actitud de pasar por encima de mi de una manera tan asombrosa, como si mi opinión no contase para nada. Tal y como me había dicho el (falso) amigo Habilitado de Susana, tanto su hijo como ella, daban por inevitable que yo aceptaría entregarle al hijo mi casa y aceptase marcharme a la calle cuando Susana muriese. Ese planteamiento, profundamente maligno me fue planteado abiertamente en marzo 18, reiterado en junio 18 por una de las amigas de Susana, que le planteó abiertamente que ésta tirase a la basura todos mis muebles y (yo) comprase nuevos ya que la propiedad daba por descontado que yo ya había aceptado entregársela dócilmente a esa familia. Ante semejante actitud y debido a la preocupación que sentía por el estado de Susana, opté por no decir nada, sin lógicamente, aceptar ser despojado de mi patrimonio por esa familia.

Susana está crecientemente nerviosa, casi diría con pánico creciente, -que yo compartía-

En la víspera de la operación tuvo durante la noche un episodio de incontinencia que le causó una profunda tristeza y verguenza. Era el tercer episodio de estas características desde julio, y como en las veces anteriores, me indicó categóricamente que no quería que yo la ayudase. Ya era bastante dolorosa la pérdida de sus facultades que eso comportaba como para que yo lo presenciase. Cogió toda su ropa sucia y la tiró ella misma a la basura, exigiéndome que yo ni siquiera tocase la bolsa.

Yo, como en las dos veces anteriores acepté, pero con una mal disimulada tristeza

Este episodio fue el único en el que se encontraba presente su hijo.

Supongo que se basó en este episodio para contar a su familia la repugnante y nauseabunda mentira que Susana "había estado bañada en excrementos" durante cinco años, una muestra más de su pavorosa capacidad de mentir y manipular que le sirvió para convencer a  su familia de que yo tenía la culpa de los problemas de salud de Susana. 

Esta malignidad de este ser indigno y ruin, nunca, nunca se la voy a perdonar.

Y será mejor para él que yo no tenga la oportunidad de ajustarle las cuentas cara a cara

El día de la operación Susana me pidió que yo fuese a dormir a casa; de hecho fue la única noche que lo hice, pero a las tres de la mañana me llamó para comunicarme que estaba aterrorizada porque en un patio inferior estaban haciendo algo parecido a una "misa negra" lo que le causaba terror.

Acudí inmediatamente pero no encontré a nadie.

La operación fue mucho más larga de lo normal. Para burlarse de ella, su hijo trajo a su amiguito Javi una vez más para que fuese la primera persona que viese tras salir del quirófano. Fue una burla gratuita que a Susana no le gustó ni lo más mínimo. Ni a mí tampoco. Pero ya me acostumbraba a la crueldad y a las manipulaciones de estos hijos malvados
El post operatorio fue bastante caótico. Regresó a la habitación tras su estancia en la UCI donde en ese momento estaba agonizando su compañera de cama. Nos pidieron que abandonásemos la habitación, algo que en un primer momento Susana se resistió pero cuando entraron los operarios para quitarle sus órganos y llevárselos en un maletín si tuvo que salir, y visiblemente nerviosa
El periodo hospitalario finalizó con una dolorosa punción lumbar que acabó a gritos por el dolor que le causó. Aparentemente el destino de esa punción era averiguar si había células cancerosas en el cuerpo, y el resultado fue negativo

A principios de noviembre, con el resultado de la operación en la mano su conclusión era ambivalente pero no necesariamente negativa. Como digo más arriba,. el  tumor se había dispersado en todas direcciones y buena parte de las células cancerosas habían sido extraidas con éxito, pero quedaba una zona preocupante, los liposomas (la parte que une cada parte del cerebro) del lóbulo frontal derecho y que no se sabía si allí podían haber quedado células malignas

Curiosamente en esta zona en las siguientes resonancias no se observó incremento alguno de la actividad  cancerosa pero si un creciente proceso inflamatorio, compatible con una falsa progresión que se prolongó hasta el final. Es en base a esta conclusión por lo que yo afirmo, con la documentación médica en la mano, mi convencimiento de que Susana murió CON cáncer pero no DE cáncer, precipitándose su final por una inflamación craneoencefálica (agosto), de orina (julio) y por el viaje gravísimamente irresponsable maquinado por sus hijos con la única motivación de acelerar su muerte



No hay comentarios:

Publicar un comentario