Tal y como he contado en todos estos post y en el libro "De Cara Al Viento II Parte", mi esposa, Susana Peña Fandiño resultó muerta el 29 de agosto de 2019 por unos hechos y unas circunstancias compatibles con un presunto delito de homicidio por malos tratos, por los que he denunciado a sus hijos, ante la Fiscalía Colombiana , como indico detalladamente aquí
La familia,no contenta con este hecho, tal y como cuento aquí sigue manteniendo a Susana legalmente viva ante las autoridades, un hecho clamorosa y groseramente fraudulento, que no les impidió ni vaciar sus cuentas bancarias ni durante un número indeterminado de meses usar su cuenta bancaria para cobrar fraudulentamente su pensión, con un cost eequivalente a 1,8 salarios mínimos colombianos al mes
Pese a la evidencia de esa muerte y a que los hijos participaron al menos en dos misas en su memoria, una en Bogotá y otra en Barranquilla, a la que fui explícitamente vetado por ser el esposo que se había ocupado de ella cuatro años y medio ante la indiferencua de sus familares, no han tenido escrúpulos morales en pedir "protección" para Susana ante imaginarias acciones de acoso que yo le estaría haciendo en este momento, quince meses después de muerta.
Quisiera recordar un hecho adicional que se produjo tras la muerte, de la cual tengo pruebas documentales suficientes y que mostró bastante bien la infame catadura moral del entorno familiar y personal de Susana:
Susana había manifestado explicitamente varias veces su intención que sus cenizas NO fuesen arrojadas en Colombia en ningún caso.. De hecho uno de los aspectos del testamento vital que ella quiso que yo firmase también fue impedir a cualquier precio esa situación. Además ella NO quería en ningún caso que esas cenizas fuesen arrojadas al mar. En España esto lo comentó con amigos suyos que le ofrecieron esa posibilidad en la Costa Brava en la que había vivido y había sido feliz tantos años. Se negó en redondo

Un año después, en abril 17 el destino de las cenizas lo comentó abiertamente con una de sus hermanas que le confirmó que ella prefería tener un lugar físico al que poder acudir para rendirle homenaje si eso se daba el caso, comentándole además que eso también lo preferirían todos sus hermanos. Recuerdo perfectamente el lugar en el que tuvo lugar esa conversación, un restaurante de la calle Carme en Barcelona ya que Susana quiso que la escuchase por manos libres.
En octubre 17 esa situación se la comentó a dos personas, un amigo suyo colombiano al que pidió explícitamente que le garantizase que el destino de esas cenizas fuese el que marcaba su voluntad, cosa que le fue garantizada y en segundo lugar a su hijo, que aterrizó en una tumultuosa visita que se saldó con Susana negándose a despedirle por su conducta absolutamente inadecuada y maleducada, -jaleada por su inútil esposa-

Ni que decir tiene que esa situación de las cenizas la comentó en un número indeterminado de ocasiones con prácticamente todas sus amigas.
Su intención era, en una gestión contrada por la empresa Mémora, que esas cenizas fuesen depositadas en un sitio tangible en una urna biodegradable sobre la cual la semilla de un árbol garantizaría que de esa muerte surgiría vida. Un gesto hemoso que yo me comprometí a garantizarle que se haría realidad
Para mi estupor, cuando Susana muere, los hijos, perfectamente conscientes y conocedores de esa voluntad, deciden , haciendo caso omiso de cualquier objeción por mi parte, -ni se molestaron en comunicármelo debido a su pavorosa mala educación tantas veces demostrada- arrojar esas cenizas al mar en Cartagena, en el contexto de una ruin charlotada en la que participaron diversas de sus pseudo amigas, y la consuegra de Susana, que tantas muestras de desprecio le dedicó a Susana en vida, al igual que su hija, algo hasta cierto punto entendible debido a los graves problemas con el alcohol de ambas
LA hija ni siquiera se molestó en acudir a esa charlotada. Prefirió celebrar la muerte de su madre con una fiesta en el Club de Campo Los Arrayanes, de Cali. ¿A que parece desconsolada por esa muerte?
Personalmente quedé indignado y furioso ante semejante ruindad. No me sorprendió porque ya sabía que eran malas personas pero siempre sorprende que la maldad llegue al extremo máximo. En esta charlotada por ejemplo participó una de sus supuestas amigas del Marymount cuyo hermano fue detenido, encarcelado y deportado a Estados Unidos como testaferro del cártel de la droga del golfo. (Así son los valores del Marymount para algunas de sus ex alumnas).
Hace unas semanas Mémora me contactó para realizar el acto previsto de homenaje que quedó pospuesto indefinidamente por la malignidad de su familia. Me ofrecieron diversas alternativas interesantes e incluso en un primer momento me ofrecieron varios lugares en Colombia donde realizar esa plantación en homenaje a Susana, a lo que respondí taxativamente, que, Colombia, el país de los asesinos de mi esposa no merece tener recuerdo alguno de ella bajo ninguna circunstancia
El árbol escogido será éste, el Quercus Petrea, el Roble. Lógicamente en este momento mucho más pequeño. De esta manera se respetará la voluntad de Susana y se garantizará que el lugar de su recuerdo estará alejado de Colombia. Siendo como soy la única familia legítima que le quedaba a Susana tengo todo el derecho del mundo a tener esta decisión
La empresa me ha proporcionado la geolocalización exacta del árbol, así como el término municipal en el que estará ubicado. No los publicaré porque no me fío que la familia se presente en el lugar para destruirlo. No confío en absoluto en ellos. Sea como sea junto al libro "De Cara Al Viento II Parte", con su historia y su trágico desenlace causado por su familia , este tributo será el más digno homenaje a su recuerdo, que además , para indignación de sus familiares, sé que les sobrevivirá a todos
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