La imagen pertenece al primer sábado de septiembre 19.
Susana ha muerto (gracias a sus hijos) y el hijo, plenamente consciente, como la patulea ridícula de falsas amigas de Susana y sus hermanos sabía perfectamente de palabra y por escrito que Susana no quería que sus cenizas acabasen en Colombia y menos fuesen arrojadas al mar, las arrojó a la costa de esa infame ciudad que es Cartagena de Indias, con las carcajadas de desprecio de todos los presentes.
Enhorabuena Bazofia
Maria Carolina ni siquiera se molesta en acudir a esa lamentable patochada.
Prefiere ir a Cali a celebrar con una fiesta la muerte de su madre, bailando salsa en el Club de Campo Los Arrayanes.
A que clase de persona se muere su madre y lo celebra con una fiesta?
Sólo se me ocurre una persona MALVADA como Maria Carolina Durán
Su madre me dijo exactamente que suponía que eso sería lo que acabaría haciendo por el odio profundo que le tenía. Y me profetizó además que no le sorprendería que más pronto o más tarde acabase suicidándose
Ojalá lo haga
Cada vez que veo esta imagen, no puedo por menos que negarme a considerar la posibilidad de perdonar a mi hijastra ni a su hermano por el mal que hicieron. No puedo ni quiero perdonarles. No lo merecen
Y quizá la pregunta sería, ¿como puedes, hijastra, perdonarte a ti misma?
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