Cuñado de Susana y marido de Clara Inés Peña
Ha aceptado ya la realidad de quien mató en realidad a Clara Fandiño? O sigue anclada en la mentira que usted le vendió a Susana porque una persona de su familia se la vendió a usted?
Tal y como indico en otro post:
Clara Fandiño, mi suegra no murió por culpa de Susana, sino en primer lugar a causa de su desmedida dependencia por el alcohol, heredada de su padre, siempre negada por sus hijos, y cuya confirmación la tengo en innumerables cartas que se cruzaron Susana y su madre. Fue ingresada en un hospital , como consecuencia de un cáncer de páncreas, donde sus hijos decidieron pedir a los médicos que le diesen muerte, en una eutanasia más o menos encubierta, a lo que los médicos de la Clínica bogotana del Country se negaron a no ser que TODOS los hijos firmasen su acuerdo a esa brutal decisión . Por ello y sólo por ello avisaron a Susana de la enfermedad de su madre, pero mi esposa se negó a firmar esa petición. Durante unos días le administraron morfina por una bomba manual que en más de una ocasión era manejada por alguna de sus visitas, entre ellas sus propias nietas que réían a carcajadas con las consecuencias del estado sobreeuforico que un exceso de morfina causaba en su abuela . Por lo que me contó Susana, ella siempre tuvo la sospecha de que una de ellas se le fue la mano y acabó causandole una sobredosis. Sus hijos mostraron indiferencia ante esta muerte por el dinero que se ahorraban pero Clara Inés siempre defendió y estoy seguro que sigue haciéndolo que fue Susana la responsable de esa sobredosis, algo que nadie con dos dedos de frente podría creer. Quien convenció a Clara Inés de esa falsedad?
Sea como sea Susana estaba permanentemente aterrorizada porque se le aplicase un tratamiento falsamente paliativo similar, es decir, una eutanasia encubierta, -como acabó pasando- y sobre todo prohibió -en documento que firmó en noviembre 15- que ninguno de sus familiares pudiese gestionar esa clase de solución paliativa, porque Susana no confiaba en su familia.
Recuerda Clara Inés Peña los casi dos años que mantuvo a su sobrina Maria Carolina Durán oculta en su casa; ocultada de su madre, Susana a mediados de los 90?
Durante meses, ella la llamaba a diario preguntándole por su hija, y usted conteniéndose las carcajadas negaba saber nada una y otra vez
Susana supo la verdad por una persona de su servicio doméstico, que la llamó indignada por el trato cruel que usted daba a su hermana, en presencia de Maria Carolina y le comunicó su paradero.
Maria Carolina explicó este cruel trato que recibió su madre por carta a uno de sus amigos, que harto de ella le acabó reenviando de regreso todas sus cartas. Éstas acabaron en manos de Susana en 2013, durante el viaje que hizo a Bogotá para ser muchacha de servir gratuita de su hija, y así pudo reproducir todos los detalles de la fuga de su hija en la que usted, Clara Inés tanto colaboró. Quiero recordar que Maria Carolina en aquel momento era menor de edad por lo que su participación ocultando a su madre esa fuga sería un acto criminal y delictivo a todas luces. Susana no quiso reclamarle nada legalmente por ello pero hubiera podido hacerlo. Ella era mucho menos rencorosa que yo.Yo la habría metido presa sin dudarlo y me costase lo que me costase. Susana, como me contó en febrero 19, no quiso echar en cara todo lo que sabía de esa fuga a sus hermanos y sobre todo a su hermana porque tenía la esperanza de que ésta le pidiese perdón por haberle hecho tanto daño.
Clara Inés nunca se disculpó por el mal causado .Nunca lo hizo
Lo que está pasando en su familia, querida cuñada es que la vida le está devolviendo todo el mal que usted causó a Susana. Y no voy a ser yo quien lo lamente. Al contrario, lo que pienso con su dolor es que, de alguna manera
Se ha hecho justicia
Ojalá su nieta, y lo diré crudamente, no llegue a la vida adulta. Creo que sería una gran desgracia para la humanidad que los genes de maldad del cártel Durán Peña se prolonguen otra generación. Eso sí. Sólo espero que viva lo suficiente para que su abuelo no la reconozca y eso haga sufrir a todos ustedes.
Eso es lo que ustedes merecen.
El mal que causaron se les está volviendo en su contra. Y me alegro, querida "familia política". Supongo que después de haber asesinado a mi esposa y planificar mi muerte el 29 de agosto 19, no esperarán de mi otro trato, verdad?
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