domingo, 17 de noviembre de 2019

Mayo 17. Abandonada en la calle








Una de las consecuencias de este blog ha sido que me han indicado que quizá en ocasiones parece que tengo un cierto rechazo hacia los colombianos en general. Ciertamente no es así, pero creo que se pueda entender que mi posición se vea fuertemente condicionada por la impresión sumamente negativa -y soy muy suave diciéndolo así- que tengo hacia la familia de Susanaa, a quien considero  malas personas y con un importante nivel de responsabilidad sobre su  muerte y previamente por haberse desentendido clamorosamente de ella y  sus injerencias más que negativas en su vida en sus últimos años y por extensión hacia la mía.

No puedo evitar recordar una anécdota significativa que para mí evidencia lo ocurrido en muchos sentidos en relación a los colombianos en general y a la familia Peña en particular que muestra como en un momento dado los viajes de Susana a Colombia me hicieron empezar a plantear si esta dinámica de viajes era claramente tóxica para su salud y desconcertante para mi.

El martes 16 de mayo realiza un viaje a Colombia teóricamente para asistir al cumpleaños de sus nietos. Maria Carolina, en el último momento no le permite asistir a la fiesta que organiza para ellos, sin una explicación clara al respecto. Susana queda desconcertada y muy disgustada, pero aún más cuando su hija le indica claramente que no permitirá -una vez más- que su madre ponga un pie en su casa.

Quiero recordar que Susana era la enferma, y ella quiso hacer un viaje de 15.000 km entre ida y vuelta para ver a su familia, para recibir ya de entrada este despreciativo trato

Apresuradamente tuve que buscarle un bed and breakfast  cuya localización más apropiada pensé era cerca del colegio de los nietos para poderlos visitar. Cuando la hija se entera de ello, le comunica explícitamente que no permitirá a Susana verlos, excepto unos breves minutos en el colegio, y siempre vigilada por personal del colegio para supervisar esa visita. Ni que decir tiene que el coste de esa estancia se la tuvo que pagar ella de su bolsillo, ya que ni sus hijos ni su familia quisieron hacerlo y yo, que ya le había pagado el viaje anterior no podía mantener un ritmo de gasto de esta envergadura, y menos para una actividad que yo consideraba claramente tóxica

Cuando me contó el detalle de esta deliberada humillación quedé absolutamente atónito. Pensé y sigo pensando que era completamente inexplicable que una madre enferma haga 15.000 kilómetros (ida+vuelta)  para ver a sus nietos, y para ver a su hija, y ésta realice todos los actos imaginables de boicoteo de esta visita.  No pude entenderlo, y quedé con una sensación que ya se lo indiqué en el último viaje anterior a Colombia, y es mi convicción que para su salud era gravemente perjudicial viajar para recibir humillaciones y desplantes de estas características que indicaban claramente que su familia no la quería en absoluto.

Nada más llegar sucedió una situación doblemente asombrosa para mí. Susana me comunica que había llegado bien a Bogotá, se alojó en un establecimiento familiar donde su propietaria la estaba tratando con mucho cariño, pero al parecer durante la llegada  perdió la cédula de identidad . Su hermana Clara Inés enterada de ello le comunicó al día siguiente de su llegada que antes de ir a ver a los niños, de manera semi clandestina y con vigilancia de personal del colegio que debía supervisarla, por no se sabe qué, le sugirió ir a solicitar antes de hacer esa visita una nueva cédula de identidad. Susana lo consideró un disparate sin sentido pero tuvo que ceder para ahorrarse taxi para ir por la ciudad.

No entiendo porqué pero Clara Inés la llevó(18 mayo) a hacer este trámite a una hora de distancia de donde estaba alojada Susana. Durante el viaje en coche, empezaron a discutir, de manera cada vez más airada y Clara INés en un momento dado, a gritos, le gritó varias veces: "Usted mató a mi mamá", "Usted mató a mi mamá".  La historia me la contó una Susana horrorizada esa misma noche por teléfono, para mi completo estupor.  Por lo que me dijo, la bronca subió tanto de tono que (según Susana) su hermana la  echó del coche y dejándola en  medio de la calle en un barrio alejado de Bogotá, sin dinero, sin bolso  y sin teléfono. Obviamente no descarto, aunque no puedo saberlo, que en un arrebato fuese la propia Susana la que saliese del automóvil dando un sonoro portazo, ofendida y disgustada. No sabría decir como pasó, pero sí la versión que me dió Susana. Y no ne gustó nada

Susana se quedó sentada en la calle, en el suelo, llorando amargamente como me explicó hasta que se le acercó en la esquina donde estaba una humilde vendedora de arepas que estaba con un puesto ambulante con un niño, no recuerdo si me dijo su nieto o su sobrino.

Le preguntaron si la habían asaltado ya que tenía ese aspecto. Respondió entre sollozos, que algo parecido, "me han abandonado aquí y se han ido"... Estuvieron unos instantes con ella consolándola y la vendedora llamó a un taxi  y le preguntó donde se alojaba. Llamó al establecimiento y advirtió a su dueña lo que habia pasado con Susana. Se quedó con ella hasta que llegó un taxi, y le dió incluso un dinero para poder pagar el trayecto.

Susana siempre decía que siempre acababa encontrando ángeles en su camino y esa humilde vendedora fue uno de ellos. Su gesto me pareció muy conmovedor y honestamente no creo que en Barcelona le hubiese ocurrido algo parecido.

Llegó al bed and breakfast y se pasó el resto del día en la cama, por lo que me contó muy triste y deprimida por lo que había ocurrido. Al día siguiente  apareció Clara Inés para devolverle el bolso y el teléfono, como si no hubiese pasado nada. Insisto que esta es la versión que recibí de Susana

19 mayo. Susana llega por fin a abrazar a sus nietos.
 Está agotada, enferma y triste.
La foto me da una gran ternura
 La encontré tan afectada que le pedí que
 me enviase fotos de ese encuentro para que
yo viese que al menos hubo  alguien en ese
viaje horrible que le agradeció el esfuerzo de viajar


Cuando llegó a la escuela al día siguiente pudo abrazar a sus nietos unos minutos, siendo el único rato que su hija le permitió estar con ellos. Y con supervisión de personal de la escuela que al parecer había recibido instrucciones explicitas de vigilar a Susana, como si fuese una criminal. Cuando me contó este detalle quedé realmente triste y convencido de que su familia era el gran problema,el gran cáncer de Susana

Al acabar el período que Maria Carolina había concedido a su madre para que viese a sus nietos, Susana se quedó un rato muy triste sentada en un banco observándolos jugar. Pensativa, posiblemente sin entender qué había hecho tan mal para ser tan maltratada, se presentó su hija para recoger a los niños. A un lacónico "Hola nena" que le dijo Susana se le respondió con un silencio despectivo.  Susana hizo 8.000 kilómetros estando enferma para ver a sus nietos e hija, y ni siquiera se le  concedió un mínimo saludo.

19 mayo . Quiso enviarme estas fotos para que viese
 que aunque lo habia pasado muy mal
alguien le mostró afecto.
SIempre pensé si realmente este
 afecto que le mostraban era real
o un poco forzado,
pero fue el único que recibió de su familia




Quedé francamente preocupado y con una sensación de no saber qué hacer al respecto. Susana tenía una enfermiza dependencia emocional de su familia, pero no era capaz de ver o entender que su familia sencillamente no la quería en absoluto y que no tenían contemplaciones para hacerle todos los desplantes imaginables para hacerle daño sin importarle que eso le perjudicase a su salud.

Cuando regresó, llamé a la propietaria del Bed and Breakfast para agradecerle la amabilidad que había tenido con Susana, -lógicamente se la cobró, ya que no le regaló nada, claro, pero incluso me comentó Susana que le había dado tras el primer día del disgusto con su hermana su propia habitación para que estuviera más cómoda, ya que no sabía como hacer para compensarla por el disgusto que había sufrido

19 mayo. Estas imagenes y
esta sonrisa me tranquilizaron sólo a medias
Susana inmediatamente como era costumbre en ella olvidó  el incidente del coche... Como ella me comentó, "tengo necesidad de tener una hermana", y como Luz Angela era evidentemente una desequilibrada que la odiaba profundamente como le escribió en un mail en junio 15 (Hasta el punto fue hiriente ese mail que Susana acabó con un ataque de ansiedad que nos llevó a urgencias), y Clemencia se mantenía indiferente a ella siendo reacia a verla(me han contado incluso que en varios de estos viajes no quiso verla para "no contagiarse del cáncer"). Pero en este caso le quedó la herida por las acusaciones que había recibido de Clara INés que le dolieron profundamente,.

Sobre todo durante el verano y otoño 17 realizó varias gestiones para emprender  unas extrañas y creo que estrambóticas acciones legales contra su hermana, ya que temía o sospechaba, supongo que por lo que le dijo en aquella conversación en el coche, que Clara Inés no tendría inconveniente en decirle a sus nietos que Susana era una "asesina" que había "matado a su madre".





Pocos días después se traslada de Bogotá a Cartagena, para estar en una habitación en casa del hijo -obviamente de la esposa-.
Aquí, más que nada por aburrimiento, decide ir a visitar, como me contó a sus amigas en las poblaciones vecinas, varias de las cuales prefirieron que fuese Susana quien se desplazase y no al revés. Creo que todas sabían de su enfermedad, pero aparentemente no parecían mostrar mucha preocupación por la misma




Mientras tanto, no dejo de multiplicarme, llevando a mi madre, creo recordar por última vez a la peluquería



Asistiendo a un concierto al aire libre en el puerto de valses de Strauss que quiso que se lo retransmitiese por el móvil. Aquí me dió a entender que se encontraba muy triste y con la sensación clara de abandono por parte de todos

A finales de mes, su nuera sobre todo le insiste una y otra vez que se enfrente a los caseros del piso de Petritxol y que no les pague el alquiler. Yo por esas fechas hablé con ellos e intercedí por Susana, para que negociasemos un aumento razonable, algo que habría sido posible sin la actitud de su hijo y nuera empujándola a buscar pelea con ellos lo hacía muy dificil. En este momento,  Susana, empujada por ellos me pide que busque un piso de alquiler por el Eixample. Llegué a mirar uno en Calabria-Tamarit. Su hijo y nuera le insinuaron que yo pagase los gastos y ellos "colaborarían" en algún momento indefinido del futuro. Lógicamente me negué rotundamente a aceptar lo que habría sido un coste abusivo hacia mi economía que esos dos gorrones habrían provocado sólo para perjudicarme y perjudicarnos

8 de junio. Regresa a Barcelona. Me emociona mucho verla.
 Quizá más que nunca. Pero cada vez estoy más convencido
 y temo el efecto tóxico de esos viajes
para recibir un desplante tras otro de su  familia



Aquí entraríamos en la relación muy delicada que tuvo Susana con su madre, que, a mi entender fue más que complicada por su grave alcoholismo que se prolongó hasta mediados de los 80, cuando gracias a la insistencia y al ánimo, sobre todo de Susana logró dejar la bebida

Justo es reconocer que  su madre tuvo el gesto honorable de disculparse por parte de los errores que marcaron la relación con su hija  un gesto que otros nunca tuvieron. Eso si, Los graves malos tratos que sufrió Susana de pequeña es algo que es muy delicado de contar, pero que según la oncóloga ni siquiera se podía descartar que esos malos tratos a largo plazo pudieran haber contribuido a su cáncer cerebral



Llegó el 8 de junio. Aparentemente bien, pero con una sensación creciente por mi parte de preocupación, por tantas cosas a la vez, y por supuesto la irritación por el trato increíblemente duro física y anímicamente de todo su entorno colombiano, no sólo sus hijos, que aparentemente  mostraban un desprecio mal disimulado sino también de sus presuntas amigas


Aparentemente está bien,pero la realidad es que llega anímicamente muy tocada,
 y después de gastar una pequeña fortuna en un viaje disparatado

No hay comentarios:

Publicar un comentario