viernes, 8 de noviembre de 2019

Boda en Sant Joan de Caselles

La historia de esa ceremonia que tuvo lugar el 9 de octubre de 2016 se inicia unos meses antes.

El 14 de julio 16 viajamos a Andorra por vez primera. Allí cogimos el bus turistic y una de las excursiones que realizamos fue a Sant Joan de Caselles, en Canillo, Andorra.

Susana se quedó absolutamente prendada de esa iglesia, de más de mil años de antiguedad, y a la salida me dijo que sería un lugar muy hermoso para casarse o cualquier tipo de ceremonia.

Tomé nota.

En septiembre 16, nuevo resultado de la resonancia. Aparentemente el tratamiento con Bevacizumab ya ha dejado de ser efectivo. Se aprecia un leve pero real aumento del tumor, medible a duras penas, pero es real. Susana queda desfondada de nuevo. Me pide que me traslade definitivamente a su casa en Petritxol porque ya no quiere volver a estar sola. Llega incluso a decidir el reparto de sus escasas propiedades entre sus familiares -los mismos que se han desentendido de ella, dicho sea de paso-.

Aquí se me ocurre una idea. Le escribo al Mossén de Canillo, Mossén Ramón y le pongo en antecedentes de la situación. Susana aparentemente está cerca de su final, y eso a ella y a mí nos causa una profunda tristeza . Le sugiero si en Sant Joan de Caselles podríamos realizar algún tipo de ceremonia, que nos bendijera ante Dios. La verdad es que yo intuía que lo que estaba pidiendo era poco menos que una bendición previa a su final , lo que no acerté a expresarlo literalmente porque no acerté a hacerme la idea de que eso fuese así.

En Andorra no es posible casarse legalmente entre extranjeros,ya que la ceremonia aunque se realizase en una iglesia no tendría valor legal alguno. El mossen quedó convencido de que lo que yo estaba pidiendo era la celebración de una especie de boda, que certificase ante Dios nuestra unión. Me quedé un tanto perplejo ante esa interpretación, pero entendí que si eso le hacía feliz a Susana esto era lo único importante

Antes de que yo pudiera prácticamente decir nada, Susana lo comunica a su hijo y con él lo hace saber a todos sus contactos en Internet,  una verdadera muchedumbre. Aquí yo empiezo a sudar , ya que lo que yo mismo había pensado como una ceremonia íntima y privada con Susana para constatar nuestra unión, se convirtió en algo más complejo, Empiezo a calcular, que si vienen a la boda sólo un diez por ciento de los invitados, la broma a mi me podría costar con toda seguridad más de cinco mil euros.

Al mismo tiempo, a Susana se le metió en la cabeza que sus hijos tenían que estar presentes. Personalmente la idea me parecía completamente desafortunada y más desagradable que otra cosa. El hijo y la nuera aceptaron, a condición de que yo les pagase la estancia a todo tren en un hotel de cuatro estrellas, comida y bebida incluidas. La hija, a principios de octubre, parecía estar receptiva a la idea de viajar, pero en el último momento se negó a hacerlo. Unos días antes había cobrado como me dijo abiertamente por telefono, 36-000 euros de la estafa de las libranzas, un grave caso de corrupción en Colombia, uno de los muchos que ocurren habitualmente en ese país y que consistía en una grosera pirámide Ponzi de reventa de créditos entre particulares. Era una estafa tan groseramente evidente que en un primer momento, Maria Carolina simuló haber caído en ella como víctima, llegando incluso a ofrecer entrevistas en la radio por ello. Su propio hermano me puso muy en duda que ella no supiera perfectamente el tipo de estafa que era ese engaño, e incluso me insinuó (6/9/16) que ella podía ser una de las personas detrás de este fraude. No presté mucha atención a esa enésima muestra de evidente desprecio mutuo entre ambos hermanos , pero a los cuatro días de decirme esto, Maria Carolina plantea una condición tanto a su madre como a mí para que ellos llegasen a Andorra y es que o yo les pagáse el viaje. Lógicamente en la misma semana en la que ella reconocía haber cobrado 36.000 euros yo ni consideré la posibilidad de regalarle dos o tres mil euros para hacer este viaje. Me pareció una muestra de una caradura asombrosa. De hecho incluso en el último momento parece ser que se planteó la posibilidad de meter a los niños en un avión, pero insistiendo que yo les pagase el viaje. Lógicamente lo rechacé de plano. Me llamó mucho la atención que Maria Carolina aparentemente no le importase que yo pudiese ser un pederasta o un asesino de niños y me los entregase sin titubear, como hacía en el "Club" en Bogotá,una institución en la que los dejaba a su aire durante el fin de semana sin preocuparse lo más mínimo lo que les pudiera pasar.

Finalmente acudimos a Andorra el 7 8 y 9 de octubre, con el hijo y la nuera de Susana, pagando yo la fiesta.

Una de las cosas más desafortunadas que ocurrieron la víspera, y que contaré con detalle en otro post, me mostró crudamente la frontal oposición que tenía tanto el hijo de Susana  como su nuera,  a esta ceremonia, la intención de ambos de  hacer lo posible para boicotearla y hundirla a toda costa, y por supuesto el asombroso desprecio que la nuera tenía por Susana a la que dedicó a sus espaldas una buena ración de muestras de burla y desprecio, todas coreadas con risotadas de júbilo por su marido. Por eso no he querido conservar foto alguna de estos dos caraduras en el acto

El 9 de octubre nos trasladamos de Andorra a Sant Joan de Caselles dejándome a mi el papel de pagalotodo y al hijo el papel de (mal) organizador de todo, y a su nuera de bebelotodo. El resultado para mí, dejó mucho que desear, ya que estoy convencido que sin esos dos gorrones colombianos y su boicoteo maldisimulado pero constante, todo habría salido mucho mejor .


Personalmente además no podía evitar tener muy presente que la oncóloga en visita realizada unos días antes había confirmado que el tumor estaba avanzando aunque lentamente por lo que un pronóstico previsible de unos pocos meses más de vida era desgraciadamente factible, algo que a su hijo y nuera aparentemente les resultaba notoriamente indiferente

De hecho, entre agosto y septiembre 16 pregunté a varios médicos del Clínic por un posible pronóstico, y aunque me dieron fechas distintas, todos ellos auguraban que Susana podría tener muy graves problemas de supervivencia entre noviembre 16 y febrero 17 máximo. Eso, yo lo tenía en todo momento dolorosamente presente y me mantenía en un estado de ánimo un tanto lúgubre, ya que era evidente que dificilmente habría en aquella boda aniversarios de ninguna clase

Aún hoy me estremece no haber hecho las cosas de otra manera ese día, por un lado prohibiendo a los indeseables gorrones su participación y por otro lado no  haber dejado que  esta ceremonia fuese un acto privado e íntimo y que se hubiera permitido organizarla a mi, y así haberla sentido como propia.

Debo decir clara y explícitamente que desde un punto de vista emocional esa boda no me supuso poco más que un coste económico estratosférico desde el momento en el que se me impuso como padrinos de la misma a dos delincuentes comunes, Juan Pablo Durán, a quien entonces podía calificar explícitamente como proxeneta y ladrón y ahora puedo definir sin faltar la verdad como estafador y parricida, y su esposa, una vulgar ladrona -me robó las joyas de mi madre- , grosera , maleducada que odiaba profundamente a Susana. La presencia de ambos granujas en mi boda la convirtió explícitamente en `poco menos que una farsa.

Pero si ella fue feliz ese día, lo demás no importaba.

O lo diré de otra manera. Que felices habríamos podido ser sin su familia




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