viernes, 1 de noviembre de 2019

Panchita Bulímica Martínez

En septiembre de 2015 Susana regresó de Colombia en compañía de su hijo y de su nuera Mitzi Martínez. La boda se había producido unas semanas antes, pese a que la doctora por la evolución del tumor no lo había visto demasiado claro, pero Susana no quiso perdérsela.

Personalmente ni se me ocurrió asistir, ya que tenía muy claro un sentimiento de absoluta desconfianza ante esa familia, y sobre todo a una boda que tenía todos los visos de ser una completa farsa. Susana estuvo tratando de convencer a su hijo que no diese ese paso, ya que , como yo creía con toda seguridad esa boda sólo estaba justificada por el dinero de la familia de ella y nada más.

Cuando llegaron, como cuento en otro post :

"Su nuera me pareció alguien de relativamente pocas luces. Recuerdo que en una cena en la calle Platería, con el último jefe "normal" de Juan Pablo, al que sospecho intentó tratar de ganarse un posible regreso laboral con él, interrumpió la explicación de Susana sobre su tumor diciendo abiertamente que ella "en la universidad (?) había tenido dolor de cabeza una vez pero nunca más había vuelto a tenerlo ya que se había mentalizado para ello", dando a entender que creía que Susana era poco menos que una farsante que se había inventado su enfermedad, algo que  día de hoy aun cree alguno de sus hermanos, y un argumento que su nuera y su consuegra le repitieron en diciembre 15 en Colombia, ofendiéndola profundamente


Quedé asombrado de las pocas luces de la susodicha. Susana quedó ofendida por semejante tontería pero sobre todo porque, al parecer habían acordado que su hijo pasaría algún tiempo con ella en Barcelona, pero no fue así. Prácticamente no le vió el pelo durante toda su estancia  y acabaron tras reiteradas llamadas telefónicas en ese sentido lanzándole descalificaciones y colgándole el teléfono. Pocos días después, una nueva resonancia revelaba un empeoramiento del tumor

Cuando se produce su aterrizaje en Barcelona, en septiembre 16,  en unos días en los que se comportó como una adolescente consentida  de pocas luces y menor educación -el hijo de Susana incluso se quejaba de problemas de higiene personal en ella-que manejaba a su marido como una penosa marioneta a su servicio, y llegamos a Andorra, se produce un incidente que yo consideré asombroso

Martínez, que entre sus "virtudes" destacaba una querencia excesiva por el "agua con misterio" -su madre por ejemplo, como Juan Pablo le decía a Susana, siempre trataba de convencerle que beber agua "es de pobres" y por tanto hay que estar constantemente alcoholizado como signo de estatus social-, se tomó en el restaurante del Andorra Palace Hotel dos botellas de vino tinto, marca , sino recuerdo mal, Cortes de Cima, a 23 euros la botella, aprovechando que yo pagaba la fiesta. Al final de la cena, ya prácticamente veía doble, y tras una llamada de la hija de Susana que ella tuvo que contestar en la calle ya que su hijo no quería que hablasen en su presencia -celos patológicos-, empezó a insistirme que "No tenía que hacerle ningún caso a Susy" porque es una "loca" repitiéndolo varias veces entre risotadas de beoda. Me insistió, más "alegre" que de costumbre por los efluvios alcohólicos en esa teoría y en un momento dado, le dijo al marido "Le contamos al Yordi lo que nosotros hacemos cuando nos llama la Susy? Se lo contamos cosita... Si cosita cuéntaselo -más risotadas-. Nosotros nos limitamos a decirle a todo que sí y después a no hacerle ningún caso, porque es una loca, una loca perdida" Más risotadas de ambos. Se me quedaron muy grabadas aquellas barbaridades como si las estuviese escuchando ahora mismo

Quedé atónito ante la envergadura del desprecio de ambos hacia Susana. Cuando ésta regresó a la mesa, las risotadas se habían calmado.

Saliendo, Martínez, prácticamente no se tenía en pie y estaba literalmente tambaleándose, lo que era un espectáculo penoso,  por lo mucho que habia bebido. Susana se dió cuenta que estaba aún atónito por lo que había sucedido y me preguntó que había pasado. Nunca quise contárselo.. Su hijo, cuando me oyó decir que estaba atónito le pidió a su madre que hablasen en privado

Cuando regresó a la habitación Susana me dijo que "su Juan" le dijo que yo la había estado insultando lanzando toda clase de groserías y blasfemias de muy grueso calibre, que Martínez "que se había educado en un colegio de señoritas" (cito textual) la habían dejado tan transtornada que no se tenía en pie -no por efecto del mucho alcohol que habia bebido-.

Quedé más que furioso y ofendido ante la capacidad de mentir y manipular de esa pareja de gorrones, sinverguenzas y caraduras. Estuve a punto de entrar en su habitación y sacárles la verdad a puñetazos, pero opté , después de que Susana me dijera "si mi Juan dice que ha sido así, yo me creo a mi Juan" (ese era uno de los problemas claves de Susana). Ante ello, salí por la puerta y me dirigí a la estación de autobuses para marcharme A Barcelona.  No quería participar en un circo en el que estuviesen esos dos ridículos mamarrachos. 

El ultimo autobús ya había salido por lo que opté por quedarme y participar en el circo. Pero yo ahi entendí la envergadura del problema que representaban unos hijos que odiaban a  su madre y estaban dispuestos a cualquier cosa y a cualquier manipulación para hacerle tanto daño como pudiesen, y un esperpento andante como su bulímica  gordinflona y alcoholizada nuera , que la odiaba y la despreciaba con todo su ánimo, pero rastrera y cobarde como es, no se atrevía a mostrarle ese desprecio a la cara y lo hacía a sus espaldas.

En 2019 hizo exactamente lo mismo conmigo, al manipular a la hermana lunática de Susana la infeliz y primaria Luz Angela Zeff y contarle una espectacular y ridícula  sucesión de mentiras , entre los que NO estaban, ni la desaparición de las joyas de mi madre (junio 18) ni la oferta de poner mi casa a nombre del hijo de Susana como condición de que éste volviese a ayudar a su madre después de que en abril 16 se negó a seguir haciéndolo (17 marzo 18) para que después de fallecida Susana provocase que me a mi, la familia echase a la calle como agradecimiento por todo lo que habia hecho por ella.

Espero que la imposibilidad de facturar en su hotel de Cartagena por el coronavirus ponga de manifiesto una realidad que yo sospecho y empecé a sospechar a principios de 2019, y es que la mayor parte de la liquidez de ese establecimiento no sale de su  facturación sino que tiene origenes bastante más oscuros, más concretamente dos posibles vías de blanqueo de capitales y que creo es una hipótesis más que justificable

Más que asqueado quedé y preocupado por la envergadura de la dependencia emocional que tenía Susana de este trío de vividores y caraduras

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