domingo, 24 de noviembre de 2019

Julio 17

Durante julio 17 siguen los desplazamientos por toda la ciudad, algunos ciertamente curiosos.
Uno de ellos el de una de sus alumnas, que le comunicó que abría un restaurante en la otra punta de la ciudad, en Sant Andreu.
Recuerdo que tuvimos que atravesar la ciudad y buscar el restaurante que se encontraba en una calle lateral junto a la plaza Virrey Amat.
Una vez más, decir lo mismo, Susana estaba fatigada pero no quería dejar de rodar por la ciudad como si tuviera que engañar a la enfermedad



En una de esas caminatas de domingo, el 9 de julio, llegamos hasta un restaurante en la zona olímpica, junto al casino.




Esta imagen también es muy simbólica. Fue el 14 de julio y Susana una vez más se puso a comprar, con dinero que ya no tenía toda clase de ropa para sus nietos. Personalmente yo no entendía muy bien porqué era tan urgente financiar a su hija -"se está asentando profesionalmente" siempre decía Susana-... y yo como pasó este día tenía que acabar pagando yo, a crédito esa ropa.

En aquellas fechas por ejemplo, llegó incluso a comprarle ropa para su hija (en una tienda de las Ramblas; pagué yo) y a su hijo, tres cuartos de lo mismo

No entendía que clase de lógica confusa obligaba a tener que gastar un dinero que necesitaba para sobrevivir o en el menor de los casos para Susana, para mantener también a los gorrones de sus hijos



Y el tratamiento, seguía



Mucha ternura me da recordar la pasión con la que seguía las retransmisiones del Tour de Francia, donde un colombiano estuvo hasta el último día con posibilidades de ganar. Susana se envolvía, literalmente en la bandera y animaba apasionadamente a "sus muchachitos"


No hay comentarios:

Publicar un comentario