domingo, 24 de noviembre de 2019

Caos julio 17

Etas imágenes pueden parecer banales pero muestran la creciente envergadura de los problemas emocionales que sufría Susana desde el regreso de su catastrófico viaje a Colombia de mayo 17

Hasta aquella ocasión, cada vez que viajaba, yo tenía que dedicar varios días, de uno a dia y medio a limpiar a conciencia la casa, ordenar su ropa, que irremediablemente acababa esparcida por el suelo y a dejarla habitable.

En mayo 17 tuve que dedicar más de tres días completos de manera agotadora a limpiar. 

Por algún extraño motivo psicológico, Susana se sentía completamente incapaz de mantener un mínimo orden en su ropa y en sus cosas. Ignoro el motivo, pero creo que como ella misma me dijo, se había mentalizado de que a mediados de 2017, coincidiendo con el fin del dinero del piso de Pals, ella llegaría a su final. 

Cuando regresó en junio, fatigada, triste y cansada como he mostrado en otros post, empezó a toda velocidad a desperdigar otra vez todas sus cosas, mostrando en pocos días en la casa este aspecto,

Por una lógica más que desconcertante, ella no quería bajo ningún concepto que yo ordenase nada, llegando incluso a la conclusión absurda de que si yo "ordenaba" lo hacía por "machismo" ya que entendía que ella, por ser mujer debía ser quien ordenase sus cosas.

Creo que semejante disparate sólo tenía que ver con la tensión emocional que le generaban los viajes absurdos a Colombia y sus sistemáticas decepciones emocionales, y la tensión por que el   tumor ni avanzaba ni retrocedía ya que todas las revisiones daban siempre el mismo resultado, el desdén claro de sus hijos, que no tenían inconveniente en aceptar todo el dinero y envíos de ropa que Susana les mandaba mientras no se preocupaban de ella.

Yo por mi parte, reconozco que me desesperaba tener que dedicar cada vez más esfuerzo para limpiar y limpiar, sin ninguna ayuda. También sentía una creciente preocupación por el estado de mi madre , que ya en ese momento sufría una infección de orina, que ella se negó a comunicarme, y una pérdida creciente de vista, oido y salud en general. Honestamente empecé a sentirme superado y bloqueado. No creo en absoluto que estas imágenes  estuvieran motivadas por dejadez por su parte sino porque quizá intentaba engañar a la enfermedad y rápidamente sus fuerzas le fallaban. Al negarse rotundamente a aceptar que yo hiciese nada, el problema se agravaba día a día

A principios de agosto tuvo una grave crisis nerviosa, acusándome por estas imágenes de caos y desorden, de "estar conspirando" con su hijo; algo increíblemente ridículo, ya que no teníamos trato alguno de ninguna clase. Llegué a contactar con el hospital, por si pudiera hacerse algo; algún tipo de calmante  o de ansiolítico, pero no me dieron respuesta alguna.  Lógicamente ests imágenes, que yo tomé para tratar de  tomarlas como referencia para reordenar la casa no se las mostré ni al hospital ni mucho menos a su familia, pero me mostraban un escenario de creciente inquietud en su mente que empezaba a superarme



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