miércoles, 20 de noviembre de 2019

Junio 17. Montserrat con los Felt

Durante este mes las salidas siguen produciéndose, pero también la sensación de un cansancio evidente que parecía provenir de ese último viaje horrible a Colombia.

En esas fechas , Susana empieza a contactar con un compañero (suyo?) supuestamente de su madre en alcohólicos anónimos de Colombia. Personalmente creo que era más suyo que de su madre, aunque aquí me aclaró que Susana "acompañaba" (?) a su madre a las sesiones de AA. La razón de ese contacto tenía que ver con el deseo de Susana de lograr obligar a su hermana a que no mantuviese ante sus nietos la acusación ridícula que le había hecho de que "había matado a su mamá", quizá con una demanda o con la petición de un requerimiento notarial. 

Creo que ese individuo, tras  numerosas charlas , le sacó dinero por unos supuestos servicios prestados, dinero que ni Susana ni yo podíamos permitirnos gastar, ya que el dinero del piso de Pals ya estaba prácticamente agotado.

De repente, Maria Carolina, con su  reptiliana conducta habitual, recuperó el buen trato con su madre, pero sólo para incitarla a que demandase a su hermana y prometerle que ella se haría cargo de los gastos del proceso. En ese momento, Maria Carolina mantenía un odio total y sin paliativos a su tía por el hecho de haberle3 echado en cara que era una madre más que dudosa, pero también esperaba indisponer a Susana, una vez más con toda su familia


Pese a todos estos desastres emocionales, Susana elevó notablemente su ánimo cuando supo que una de sus amigas de Colombia, Karol Braddock iba a pasar unos días en la ciudad .

Susana, pese a no encontrarse muy bien, y con una temperatura ya muy veraniega, corrió a su hotel cuando llegaron para dejarles un ramo de girasoles de bienvenida. No estaban, pero me parece muy simbólico de su manera casi obsesiva de mostrar cariño a todo el mundo



Si no recuerdo mal, el 24 de junio Susana quiso que conocieran la noche de San Juan, y no desde un lugar cualquiera, sino desde el Restaurante Salamanca, junto al mar.

Al día siguiente fuimos a Montserrat, donde una Susana claramente fatigada se esforzó como nunca para que no se le notase.
La visita no podía ser mas completa: Subir con el cremallera y volver con el aeri, para que conociesen ambas posibilidades.

Un aspecto que me pareció realmente curioso es que Ben, el marido de Karol, pese a ser judío, no tuvo inconveniente en participar en la iglesia en las celebraciones de los actos litúrgicos. Al parecer además Ben no se encontraba muy bien de salud, lo que aún hacía más notable también el esfuerzo físico que estaba haciendo con aquel viaje.

También me llamó la atención el contraste con otras amigas de Susana, que en mayo prácticamente no hicieron ningún esfuerzo por ir a verla en Colombia, obligándola a ella a desplazarse, independientemente de su estado de salud, cuando creo que lo lógico era hacer lo contrario

Sea como sea que Dios les bendiga a ambos. Su visita le hizo mucho bien

Eso sí, Susana una y otra vez hacía todo lo posible para simular estar mejor de lo que estaba. Y eso me inquietaba cada vez más




Esta foto no le  gustó nada. Con la melena al viento. 
A mí si, y mucho
Cuestión de gustos





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