sábado, 23 de noviembre de 2019

Incidente en julio 17

Durante el mes de julio 17, Susana empieza a frecuentar varios grupos de alcohólicos anónimos en Barcelona. La noticia me sorprendió y me entristeció, ya que además para ella era muy embarazoso reconocerlo, ya que la palabra alcoholismo, que tanto había marcado a su madre, y en buena medida era responsable de los graves malos tratos que sufrió entre los 11 años y su boda, era algo que Susana no se veía capaz de hablar. Para ello lo que hacíamos era que yo la acompañase en metro hasta el lugar de reunión, cerca de la comisaría de policía de Rambla Guipúzcoa, al otro extremo de la ciudad,y cuando salía regresaba sola.

La idea pronto se demostró gravemente equivocada. Susana no estaba nada familiarizada con el barrio, ni con un trayecto de metro que necesitaba en la práctica dos transbordos de metro, pero ella prefería ir sola para que yo, aparentemente no me enterase del contenido del grupo al que asistía. Lógicamente me enteré inmediatamente, y deduje que mis sospechas de que ella había tenido a su vez graves problemas con el alcohol entre finales de los 80, coincidiendo con su divorcio, con el inicio de una nueva vida con la oposición más o menos sutil de toda su familia, incluidos sus hijos , eran más que ciertas. Estas sospechas las corroboré en varias cartas, curiosamente de su madre en las que hacía referencia a estos problemas graves hasta que abandonó definitivamente el alcohol, y las drogas  pocos años antes de tomar su decisión de su marcha a Europa.

Susana, erróneamente empezó a alterarse gravemente por la sospecha de que estas desorientaciones se debían a una reaparición del tumor. Aparentemente había personas que le insinuaban una y otra vez que esas desorientaciones estaban causadas por el tumor, y sospecho que esas insinuaciones provenían tanto de su "amigo" habilitado como de su hijo. Todos los esfuerzos que yo hacía para demostrarle que como mucho podía ser una leve consecuencia de la operación pero no del tumor reaparecido , caía en saco roto.

Finalmente optó por desentenderse de esos grupos

Prácticamente al mismo tiempo, recibe una noticia sumamente extraña

Su hijo le anuncia que regresa a Barcelona. Pero, con su hábito de manipular empezó a dejarle esa información con cuentagotas , dándole a entender que se trasladaría a Barcelona para realizar un supuesto master  durante todo el año lectivo 17-18. Yo no lo creí en absoluto, y en cierto modo me enfureció su desverguenza al reconocer que disponía de capital suficiente para pagarse un año sabático en Europa y con el coste de un máster, lo que en el menor de los casos  implicaría un desembolso de más de 30.000 euros, pero al mismo tiempo no tenía ni un céntimo de efectivo para ayudar a su madre enferma 

Progresivamente la información fue cambiando, y acabó incluyendo a la esposa, que aparentemente quería hacer también un master (???) lo que en realidad ocultaba un deseo de atar corto al marido y evitar que éste se viese con otras mujeres (o hombres) en especial con su anterior esposa. Creo que sus sospechas de que mantenían el contacto eran más que fundadas y por ello la esposa se añadió al pack

Personalmente me dieron náuseas ante la posibilidad de aguantar a ambos gorrones durante todo el año, pero conociéndoles y sabiendo su hábito de mentir y embaucar era casi seguro que esa hipótesis de ese año en Barcelona era falso

Inesperadamente, creo recordar que ya en agosto, el mensaje que recibe Susana empieza a cambiar. Hay titubeos de su hijo a la hora de concretar su llegada, lo que le genera una profunda y creciente angustia, ante la que yo me quedo bastante impotente.

Todos esos titubeos dan un giro inesperado, cuando el hijo le comunica que ha encontrado un piso en la calle Bruc, -ahí sospecho que con la complicidad del habilitado-, pero vuelve a mostrar inconcreciones al respecto. Susana queda muy contenta cuando le dice que en ese piso hay varias habitaciones y deduce -erróneamente- que una de ellas es para ella -lógicamente yo quedo fuera de la ecuación, por el rencor de la familia-. El problema se produce cuando llega la hora de pagar el alquiler de ese piso. Tras muchas evasivas, el hijo le confirma que ese piso es de unos 1.500 euros mensuales de alquiler, y que están dispuestos a pagar un año por anticipado, con un coste de unos 18.000 euros. Semejante barbaridad , yo acabo pidiéndole a Susana que se de cuenta que es muy raro, e inquietante que su hijo no tenga ni cinco para ayudarla pero si tenga no menos de 18.000 euros para pagar un año de alquiler anticipado. Aquí yo empecé a sospechar que la liquidez de esa pareja era muy superior a lo que indicaba la facturación de su hotel, y sospeché, creo que razonablemente, como confirmé en marzo 19, que estaban en posición de blanquear dinero de procedencia oscura.

Asombrosamente las últimas objeciones del hijo, que en ningún caso parecía realmente interesado en ese viaje, fueron bastante sorprendentes. Le planteó tras también varias evasivas, que él no podía firmar el contrato de alquiler. La explicación parecía tener que ver con los motivos por los que tuvo que irse precipitadamente de España en 2012, tras fracasar su etapa como empresario de prostitución. (Cuya liquidación empresarial tuve que pagar yo de mis ahorros). Al parecer tenía que usar un testaferro para firmar el compromiso del  alquiler y llegó a insinuar mi nombre -cosa que yo ni en sueños habría aceptado- o el de su madre. 

En eso estaba cuando para Susana, ya en agosto, le destruyen completamente sus ilusiones. 

Por un lado su hijo le reconoce que el piso tiene numerosas habitaciones pero que no quiere saber nada de una de ellas para su madre. Susana sufrió aquí una terrible decepción, ya que se dió cuenta de como le habían tomado el pelo. Al parecer, tampoco estaba muy claro ni siquiera que el piso lo fuesen a ocupar sino a alquilar las habitaciones para obtener una ganancia, siendo otra persona, probablemente Susana quien asumiese las consecuencias fiscales y legales de este negocio -que yo lógicamente no habría tolerado-. Aqui reapareció la posibilidad de que quisiese resucitar en realidad su etapa en la prostitución

Irónicamente la posibilidad de que fuesen a pagar realmente ese año de alquiler por anticipado se esfumó drásticamente de repente cuando el propietario del piso al que pretendian entregar el dinero del alquiler -el compromiso para Susana-, era en realidad un delincuente que no tenía nada que ver con la vivienda.

Así acabó esa desagradable historia

Para Susana fue un enorme desgaste emocional. Tanto, que llegó a plantearme por segunda vez de manera bastante clara la posibilidad de quitarse la vida. Llegó a afirmar que yo "estaba conspirando" con su hijo a sus espaldas, para mi muestra penosa de su alteración emocional y también de las consecuencias de esa dependencia enfermiza que tenía por su hijo. Llegué a llamar al 061, para plantear que podía hacer al respecto y me aconsejaron que la llevase al Clínic para una observación psiquiátrica. No lo hice, ya que era bastante embarazoso de planteárselo, y mi madre ya empezaba a dar síntomas de estar seriamente enferma

No hay comentarios:

Publicar un comentario