sábado, 16 de noviembre de 2019

5 Viaje en globo

El 14 de abril de 2017 hicimos un viaje en globo. Susana quería que celebrásemos así mi cumpleaños, y yo escogí el lugar que pensé que más podçia gustarle, el Empordá, su Empordá, para sobrevolar la que había sido su casa durante tantos años.

Aprovechó la compra de los auriculares para protegerse del frio
Hasta el último momento, pareció no estar del todo segura de hacer esta salida, ya que los recuerdos quizá le serían demasiado dolorosos,y lo fueron, lo noté, pero se lo guardó para sí. Pocos días antes estuve anulando y rehaciendo reservas un par de veces por este motivo, pero finalmente fuimos
Recordando días felices del crucero...
 o preocupándose por el futuro?
Seguía muy triste por la pérdida del coche un mes antes, y además, como no podía ser de otra manera, volvieron las broncas y las discusiones con su irracional hija, que aparentemente le prohibía ir al cumpleaños de sus hijos en mayo, Personalmente me pareció una buena idea, porque así Susana se ahorraba el que habría sido el cuarto viaje a Colombia en doce meses, un completo disparate para su salud ,que como siempre sucedía en estas broncas con su hija se resentía notablemente. Al mismo tiempo su hijo seguía con su cómoda vida de mantenido-sirviente que a Susana le causaba una creciente preocupación sobre todo porque entendía que también con este caso no podía hacer nada racional. Quien no tiene dignidad, no la tiene y no hay nada que hacer

El miércoles 12 fuimos a celebrar mi cumpleaños y a la salida de comer, recuerdo que en una de los extraños virajes de humor de Susana fuimos expresamente a una tienda de repuestos del centro de Barcelona, Servicio Estación, creo recordar que para adquirir unos auriculares para no tener que escuchar las inacabables obras de la casa vecina. Una urgencia tan rara como inesperada

A la salida fuimos a tomar una golondrina para dar una vuelta por el puerto de Barcelona. Una vez allí me inquietó ver que Susana no se encontraba del todo bien lo que no parecía muy bien presagio para aquel viaje.

Vista desde el hotel. No era ninguna maravilla, pero era entrañable
EL trayecto en tren causó una gran nostalgia a Susana. Fuimos hasta Flaça, donde ella aparcaba el coche para ir a Barcelona y por cierto por el camino me mostró con toda normalidad la casa de su antiguo jefe, Josep Moreno, que tan mal le había pagado sus servicios, cotizando por ella menos de lo mínimo, y pagándole en la práctica menos que a la mujer de la limpieza. Allí me contó creo que por segunda vez, que no quiso demandarlo por ello -y por haberla despedido por haberse puesto enferma de cáncer, lo que mostraba su catadura moral- porque él "necesitaba el dinero" para pagar los gastos de la hípica de su hija si no recuerdo mal. Así era Susana. Siempre encontraba un motivo para no encararse con los delincuentes y caraduras que se encontraba en su camino. Por eso, tanta gente de su entorno, se había aprovechado tanto de ella

La terraza de la habitación
Una vez en Flaçá, la cita era en el próximo pueblo de Medinyà, una población que a Susana le traía muy gratos recuerdos, y a la vez muy tristes, ya que justo enfrente del hotel en el que tenían que recogernos para el globo, se encontraba un mayorista de azulejos, llamado el Rey de la Rajola, donde Susana había adquirido todas las piezas de la reforma de su cuarto de baño, incluido la bañera, que tuvo que transportar ella hasta su casa y subirla a peso hasta su cuarto piso.


El hotel, tenía un cierto encanto, Era un dos estrellas junto a la carretera nacional ocupado mayoritariamente por camioneros y gente de paso.

Al día siguiente nos recogieron en taxi a las siete de la mañana y nos llevaron a una explanada cercana en el pueblo de Colomers donde se encontraban los diversos globos, creo recordar tres, que harían la travesía aquel día.

Es una experiencia fascinante desde el primer minuto, desde el inflado de los globos con aire caliente, hasta su ascenso lento hasta coger la corriente de aire oportuna. No deja de ser curioso,que el globo carece de volante, timón  o ningún mecanismo direccional, como no sea el de subir y bajar lentamente para coger corrientes de aire , en función de la dirección que se quiera tomar. 
En un momento dado, el globo se acercó a la gola de ter, la desembocadura del río, a la derecha de la cual se encontraba Platja de Pals, y la casa que había sido de Susana hasta que tuvo que malvenderla apresuradamente porque sus hijos le habían anunciado su negativa a ayudarla. Me llamó la atención que Susana en todo momento estuvo mirando en otra dirección por la tristeza que la causaba aquella separación de sus parajes tan queridos forzada por la crueldad rastrera de sus hijos
Fonteta después de comer
El viaje duró aproximadamente  un par de horas y tras un aterrizaje falsamente forzoso, que nos generó risas y un recuerdo final hermoso, nos llevaron al cercano pueblo de Fonteta, donde degustamos un exquisito desayuno-almuerzo

Que día tan hermoso!








 





























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