En este sexto aniversario de mi boda con Susana, que como he dicho, sigue legalmente viva por la maldad de sus hijos y la pasividad de la , digamos "justicia" (sic) colombiana, no puedo por menos que recordar este fragmento de este clásico del cine que es Mr Smith Goes to Washington, Caballero sin espada.
Cuando se produjo la boda, ahora hace seis años, yo por ejemplo, sabía perfectamente, por una indiscreción telefónica del día anterior, que el hijo proxeneta había obligado a su madre a firmar en una notaría muy concreta de Barcelona un testamento para desheredarme. Semejante ocultación e insulto gratuito, que Susana nunca me reconoció pero si facilitó que lo descubriese, se debía, como después supe en sus ordenadores, a que la hija había colocado a su nombre dos propiedades con la intención, una de ellas en Mexico DF de estafar al fisco colombiano . Yo sabía que había un engaño, una ocultación, pero seguí adelante porque en caso de no haberlo hecho muy probablemente Susana o habría sido muerta deliberadamente por los hijos o éstos habrían forzado su suicidio como hicieron en 2009 y 2013. Simplemente sabía que era una causa perdida pero la acepté
Cuando se produjo la boda, ahora hace seis años, yo por ejemplo, sabía perfectamente, por una indiscreción telefónica del día anterior, que el hijo proxeneta había obligado a su madre a firmar en una notaría muy concreta de Barcelona un testamento para desheredarme. Semejante ocultación e insulto gratuito, que Susana nunca me reconoció pero si facilitó que lo descubriese, se debía, como después supe en sus ordenadores, a que la hija había colocado a su nombre dos propiedades con la intención, una de ellas en Mexico DF de estafar al fisco colombiano . Yo sabía que había un engaño, una ocultación, pero seguí adelante porque en caso de no haberlo hecho muy probablemente Susana o habría sido muerta deliberadamente por los hijos o éstos habrían forzado su suicidio como hicieron en 2009 y 2013. Simplemente sabía que era una causa perdida pero la acepté
Ese día sabía perfectamente algo que todo el entorno de Susana sin excepción sabía y es el hecho de que ésta estaba presumiblemente aún casada con el delincuente, narcotraficamte y ladrón Juan Carlos González, un mamarracho al que todo el entorno latino de Susana jaleó entusiásticamente y dió una calidísima bienvenida a la familia con toda clase de parabienes y loas. Lo entiendo. Yo no era como él, no era un delincuente común -ni como ellos- y sólo estaba salvando la vida a Susana, Nada que mereciese nada parecido ni a respeto ni a educación que de ellos nunca recibí
A día de hoy por ejemplo, ni un sólo miembro del entorno de Susana, sus falsas amigas y sus familiares que en vida tanto la despreciaron y tras su muerte tan histéricamente la lamentaron me ha dicho ni media palabra de pésame ni de interés en absoluto por mi. Lo entiendo. Yo no soy como ellos y eso me honra. Ellos son una causa perdida para la decencia y la educación y les deseo todo lo malo que la vida les pueda traer
Susana siempre fue una causa perdida para mi. Nunca me puso al mismo nivel emocional que tenía a unos hijos a los que estuvo desesperadamente mendigando un amor que nunca le dieron por la sencilla razón de que la odiaban profundamente y no dejaron de odiarla hasta el final. No olvido que el proxeneta hijo sabiendo explícitamente que Susana no quería que sus cenizas fuesen arrojadas al mar, y menos en una ciudad en la que tenía muy poco aprecio como Cartagena, lo hizo. Para insultarla hasta el fin. No olvido que la hija ni siquiera se molestó en acudir a esa charlotada y tener que simular un afecto por su madre que nunca sintió y pasó ese día en Cali, dando una fiesta en el club de Campo los Arrayanes, cuyas fotos publiqué en el libro De Cara Al Viento. ¿Que clase de ser humano se le muere su madre y va a bailar salsa con ella literalmente de cuerpo presente? Y eso,por cierto también incluye especialmente a su batallón de falsas amigas del internado católico (sic) Marymount, que siempre la despreciaron profundamente por ser de un estrato social inferior al suyo , y se lo demostraban una y otra vez. Me lo dijo y lo dejó por escrito
Si, Susana fue una causa perdida para mi, pero por encima de todo fue una causa perdida para ella misma. Siempre desesperada por mendigar un amor de su familia que siempre se le negó y muchas veces, como he contado en el libro, demasiadas, con crueldad y maldad realmente perversas. Siempre me asombrará el caso de hermanas que se negaron a verla durante la enfermedad "para que no les contagiase el cáncer" o hermanos que se negaron a dirigirle la palabra -y por supuesto a ayudarla- porque al afirmar que su familia le había dado la espalda (meridianamente cierto) estaba manchando el buen nombre de la familia
¿Buen nombre el de una familia con vínculos con el mundo de la prostitución, el blanqueo de capitales y el fraude fiscal, que le dió la espalda hasta el último instante para lloriquear hipócritamente tras su muerte? ¿Buen nombre el de una familia de malvados como ésa?
Nunca quiso cuidarse. EN más de una ocasión faltó a tratamientos porque sus hijos se lo ordenaron -y puedo dar las fechas y pruebas documentales- ; rechazó tratamientos porque sus hijos se los prohibieron (17/7/19) y todo sin que mis súplicas para que cambiase esa actitud siriviesen cunca para nada. No servían porque afectivamente yo no contaba para ella. Su familia si. Y de ellos recibía sólo desprecio
Por eso acabó resignada aceptando su autodestrucción. En 2013, su hija le anunció que si se ponía enferma ella se negaría completamente a ayudarla lo que le causó un amago de infarto, recordando probablemente que los dos primeros años de vda de Maria CArolina Durán, Susana se los pasó a los pies de su cama cuidándola de una insuficiencia respiratoria que había contraido nada más nacer. Nunca hubo agradecimiento pero nunca entendió que se lo pagase con odio. Pocas semanas después, Susana intentaba suicidarse
Por eso acabó resignada aceptando su autodestrucción. En 2013, su hija le anunció que si se ponía enferma ella se negaría completamente a ayudarla lo que le causó un amago de infarto, recordando probablemente que los dos primeros años de vda de Maria CArolina Durán, Susana se los pasó a los pies de su cama cuidándola de una insuficiencia respiratoria que había contraido nada más nacer. Nunca hubo agradecimiento pero nunca entendió que se lo pagase con odio. Pocas semanas después, Susana intentaba suicidarse
En diciembre de 2018 Maria Carolina Durán viajó expresamente a Barcelona para darle exactamente ese mismo mensaje y pedirle encarecidamente que abandonase los tratamientos y se dejase morir. Susana verbalizó tras la marcha de su hija en diversas ocasiones sus deseos de quitarse la vida. Yo estaba ahi y sólo por eso no lo hizo. Que recibí a cambio? La indicación de la familia que "por el odio que me tenían querían que pasase el resto de mis dias en una prisión colombiana" y que tenían "guardias armados con órdenes de Maria Carolina" de pararme como fuese. Ese era el premio. Ese era el agradecimiento por haber aceptado esa causa perdida.
Maria Carolina Durán por ejemplo en ese viaje para empujar a su madre a la muerte, se alojó en un piso turístico ilegal, (Ronda Sant Antoni 21, 2º)que pocos días atrás había sido asaltado por la policía por ser un centro distribuidor de cocaina en el barrio. Se marchó dejando sin pagar 1.500 euros , que estoy seguro aún no ha abonado Ella es con creces una causa perdida para todo lo que es decente y bueno en este mundo
Personalmente tengo claro sobre esa familia de gangsters malvados, espero que la vida les devuelva, como ya esta haciendo, todo el mal que han causado en esta vida y en nuestras vidas.
Yo ya no vivo en la misma casa que esos ladrones conocieron lo que me salva de más que probables visitas de sicarios colombianos por lo que espero no volver a verlos jamás. Que ellos recen para que nunca me encuentren a mi porque si eso ocurre saldaremos todas las cuentas pendientes de una vez
Como se diría en Macbeth, no hay suficiente agua en el óceano para enjuagar las manos de los asesinos -De mi nunca recibirán perdón alguno y si alguna vez recuerdan a Susana, -cosa que dudo-no podría evitar preguntarles, ¿como podéis perdonaros a vosotros mismos?
