Y como todos los años, estoy convencido que mañana estarás , a mediodía esperando, allá arriba, a que empiece el concierto de Viena, porque hasta allí llegará la belleza de los Valses.
Seguro que llegarás antes que nadie, como aquella noche en la Orangerie del Palacio Imperial , en la que tuvimos la sala para nosotros un buen rato.
Hoy he recordado los Cuentos de los Bosques de Viena, y el Baden que visitamos, donde Johann Strauss se refugió durante una crisis creativa para componer allí varias de sus obras más famosas, como ésta.
Los Bosques de Viena, con su belleza insuperable, que cautivó al padre del último Emperador Francisco José y prohibió categóricamente que jamás fuese urbanizada. Y así se ha conservado hasta hoy, como lo encontramos aquel día de 2016. Como si el tiempo se hubiese detenido y hubiese querido conservar toda la belleza de la Viena Imperial.
Ojalá este año se recupere en el concierto esta pieza,
y ojalá se conserve, algo que a veces no ocurre, su apertura con cítara, la cítara que tanto te gustaba escuchar y que siempre nos transportaba a Viena y a una época que ya no existe
Gracias por tan hermosos recuerdos. Amorito
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