Sobre las Misas blasfemas para Susana de sus malvados hijos Maria Carolina Durán y Juan Pablo Durán

Este es el contenido de la respuesta que la Conferencia Episcopal Colombiana me envió respecto a mi petición de que se impugnase cualquier acto religioso que se celebrase en Colombia en recuedo de mi esposa asesinada Susana Peña

Esta farsa religiosa tuvo lugar en agosto 2020 en Barranquilla, Colombia, y por meras ganas de insultarme, una de las falsas amigas de Susana, llamada Julia Valiente, - a quien la vida le ha devuelto su maldad llevándose a su nieta como consecuencia de una leucemia, algo que yo me abstuve de lamentar como ninguna de esas falsas amigas se molestó en darme el pésame-, me lo comunicó con maldisimulada sorna, advirtiéndome que "no te lo dijimos porque sólo avisamos a las personas que querían a Susana"

Víbora rastrera. Ojalá te mueras tragándote tu propio veneno

Entre estas destacaba su hija, #MariaCarolinaDuránPeña, responsable junto con su hermano el proxeneta #JuanPabloDuránPeña de su secuestro para ser llevada a COlombia a que le fuese retirado todo tratamiento médico, posiblemente recibir un tóxico para causarle un accidente cerebro vascular y la muerte. Esa misma Maria Carolina Durán que lamentó amargamente (?) su muerte celebrándola tres días después de producirse con una fiesta en el club de campo Los Arrayanes de Cali.

También se incluía en esa fantochada pseudo religiosa Itala Pedrazzini Louder, su primera compañera de cuarto en el internado de Barranquilla, cuyos actos de bullying brutales y constantes le hicieron plantearse abiertamente la idea del suicidio por primera vez. 

Ninguna de estas personas, especialmente su hija colaboró con sostener económica y emocionalmente a Susana en sus últmos cuatro años de vida. Yo sí l o hice. Por ello, como me indicó su hermana oligofrénica Luz Angela el 29/8/19, la familia me había odiado profundamente y había dispuesto guardias armados con órdenes de "pararme como fuese", a tiros o a golpes si me acercaba a la casa de los horrores de Bogotá en la que mi esposa estaba siendo torturada por sus hijos 

Y a mi me van a dar lecciones estas víboras colombianas ?

Discrepo completamente con estas conclusiones.

Creo que se debería entender que a una persona (un "ser")como Maria Carolina Durán, denunciada por mi por un presunto delito de homicidio con agravante de parricidio del que hizo abiertamente burla y desprecio con su fiesta de celebración en Cali sí se le debería prohibir comulgar y reciibir cualquier sacramento religioso por entender que su conducta es intrínsecamente desordenada y perversa según la religión católica, a la que ella desprecia `profundamente:

Un ejemplo de mi punto de vista sería el de los obispos norteamericanos que han prohibido a políticos defensores del aborto recibir la comunión, por ser sus opiniones intrínsecamente contrarias a la doctrina de la Iglesia. ¿Acaso matar a la propia madre es menos malo que tener opiniones políticas sobre el aborto?

Mientras lanzaban las cenizas de su madre al mar, que para Susana era como ser lanzada a la basura, su hija celebraba su muerte con una fiesta. 

Y esta conducta es moralmente lícita para la iglesia colombiana

Celebrar la muerte de su odiada madre bailando salsa  en Cali

"Honrarás a tu padre y a tu madre", el cuarto mandamiento de la Ley de Dios no es válido en Colombia, o quizá personas malvadas como mis hijastros pueden hacer mofa de éste cuando les conviene? Y sus presbíteros de perfil... Así es Colombia?